lisbeth barraza escorcia - lidereza social- conferencista

Por: Lisbeth Paola Barraza Escorcia*

Evidente como claro está que las grandes inequidades y desigualdades económica y sociales prevalecen en el mundo actual, en el que miles de millones de seres humanos padecen miseria. En el caso de los países en vías de desarrollo como el nuestro, donde más de la mitad de la población se encuentra inmersa en situación de pobreza. No hay que olvidar que ser pobre tiene muchas implicaciones, dentro de las cuales destaca la de ser discriminados, cuando debe ser objeto de especiales derechos sociales, sobre los que durante mucho tiempo se ha discutido sobre su naturaleza, si son verdaderos derechos o solo son normas programáticas, lo que implica e impone la necesidad de seguir avanzado en el desarrollo de garantías o mecanismos en manera suficiente y necesaria para hacerlos realidad.

Sin duda alguna, la voluntad política del Estado es muy importante para que los derechos, incluidos los sociales, se concreten en la vida de las personas, debiéndose igualmente tenerse en cuenta programas sociales que brinden un apoyo económico mayor a los más necesitados, contar herramientas para combatir la pobreza y sea su foco de atención precisamente la lucha contra las inequidades y las desigualdades.

En muchos lugares del país contrastan riqueza versus pobreza. En centros turísticos podemos apreciar infraestructura del primer mundo, accesibles para unos cuantos, y por otra parte en las zonas marginales de esos sitios miles de personas que apenas los resguarda un techo y carecen de lo elemental para su desarrollo integral. Y ni se diga lo que se observa en las principales urbes del país, en las que riqueza y pobreza son las dos caras de una misma moneda, por lo que resulta estratégico que el Estado redoble en manera definitiva y contundente esfuerzos para aminorar inequidades y desigualdades.

No solo el gobierno es el responsable de trabajar para fomentar el crecimiento económico del país y de empeñarse a fondo en que disminuya la pobreza, sino que empresarios y demás inversionistas también deben ser aliados en la trascendente misión que tenga como visión ir en pro de la modernidad y su generosidad, lo que de seguro propiciarán, aunado a proyectos que les generarán ganancias, la responsabilidad y el compromiso social para que más de los nuestros cuenten con las condiciones de dignidad que merecen y tengan la esperanza de una mejor vida, por lo que me asiste y en ello no tengo duda que terminaremos en esta combate contra la pobreza, en la verdad que la pobreza no es negocio, que empresarios nacionales y extranjeros están dispuestos a colaborar con el poder público para que nuestro país sea un mejor lugar en todos los sentidos, lo que ayudará enormemente en el alcance de superiores como superiores avances.

 *Lideresa Social. Conferencista. Columnista

Loading

¿Cómo le pareció el artículo?
+1
1
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0

Por editor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *