Por: Víctor Hugo Santofimio Osorio*
Posible y hasta probable sea que el imaginario del Departamento del Huila como unidad territorial sea apuntar con la ayuda de todos, a instalarse a la vanguardia de sus pares en el país, lo que deberá articularse con el sentido de pertenencia , el civismo y la presencia activa de ONGs dedicadas a desarrollar procesos de intervención social en las más de las áreas que traduzcan desarrollo y se refuercen con la concentración, estímulo de actividades, organizaciones e instituciones a todo nivel que con el tiempo refuercen en todos los sectores de población del Huila, la idea de ser nosotros un departamento cívico; pero igualmente productivo y competitivo en ruta a su integral desarrollo, idea que debe ser preocupación y ocupación para la dirigencia departamental, por ser formas de representación y de práctica que generan sentimientos de identidad y pertenencia.
Prácticas e ideas que deben ser lugar común de valoraciones para quienes dirigen y han dirigido política y socialmente el departamento, en lo que ayudarán las organizaciones del Tercer Sector, particularmente aquellas sin ánimo de lucro, a efecto que impulsen la participación de los ciudadanos en decisiones políticas y promueva el surgimiento de organizaciones civiles para que sirvan como fundamento de lucha y protección de los derechos constitucionales.
Para lo cual, debe convertirse la capacitación en una de las principales técnicas empleadas en el departamento para adelantar procesos de intervención, señalando una concepción acerca de la educación como fuente de transformación de problemáticas sociales. La aparición y proliferación de organizaciones del Tercer Sector debe estar relacionada entre nosotros con el interés y acción de sectores de élite de poder que, a través de formas desarrolladas de filantropía social, sustituyan las actividades del Estado, en vía a generar formas de dominación que posibiliten un orden social en el departamento, especialmente los municipios mayormente marcados por amplios márgenes de exclusión y pobreza; lo que impone en consecuencia, el establecimiento de relaciones Organizaciones del Tercer Sector / élites del poder, en tanto evidencien su compromiso e interés por tomar el control sobre lo social y maneras de intervenir en algunos sectores sociales, así sea a través de las organizaciones mediadoras de esa acción social.
A los propósitos de la intervención social, sumar debemos la idea de desarrollo social y la solución de problemáticas sociales en los sectores más populares y excluidos de la ciudad, sobre todo donde el gobierno central no ha logrado aminorar miseria, pobreza, falta de procesos educativos, productivos y su vinculación, ya que pareciera que la nueva cuestión social debe ser propósito central de las empresas de lo social en el departamento, asunto relacionado con el distanciamiento de la responsabilidad en la ejecución por parte de las entidades estatales locales de lo social.
En el entendido que las organizaciones del Tercer Sector se relacionan de manera más directa con los intervenidos, sus funcionarios tienen un alto sentido y sensibilidad por lo social y los desfavorecidos son guiados por una fuerte ética de lo social, entender debemos que sean más eficaces para confiarles la intervención, puesto que sustituyen a las organizaciones más políticas, a los sectores que ligaban la acción de lo social con políticas de cambio, con lo cual, los nuevos actores con mayor plasticidad política, se constituyen en fuertes generadores de legitimidad para los financiadores de lo social contribuyendo al orden y el consenso social.
Respecto a las problemáticas y apuestas abordadas desde los proyectos de intervención social, la participación debe surgir como una de las más recurrentes, ya que es central a los procesos de democratización de las sociedades en las dimensiones públicas y políticas como en las privadas.
El tema central en la participación es que cuando ella no responde a la posibilidad real de poder incidir con decisiones, se constituye en un artificio que legitima, pero sin alcances en la variación de las relaciones de poder. Si se queda solo en los márgenes de la democracia, se hace más un instrumento de dominación negativa que manipula más que posibilitar generar actores sociales autónomos; y, por otro lado, se observa que las problemáticas se abordan desde una perspectiva estructural y compleja; vale decir, que intentan comprender una realidad social amplia que pretende ser atendida a través de alguna de las posibles aristas con el objeto de favorecer un trabajo de intervención que aborde los problemas desde lo particular hacia lo complejo, a efct de transformar para bien las problemáticas existentes.
*Empresario y Consultor Empresarial. Conferencista. Cultor Musical Polifacético. Candidato Gobernación Departamento del Huila vsantofimioosorio@yahoo.es