Economista Omar Escobar

Por: Ec. Esp. Omar Escobar

Sun Tzu en su libro El arte de la guerra decía que cuando un animal es acorralado, este siempre luchará hasta el final…es el instinto de supervivencia. Es justamente ese instinto que lleva a Estados Unidos a sustituir el libre comercio por el proteccionismo. Este nuevo proteccionismo estadounidense está contagiando al resto de potencias mundiales aliadas y no son pocos los expertos que creen que los daños que causará dicha política a largo plazo podrían ser mucho mayores que sus beneficios a corto plazo.

Una de las variadas estrategias que Estados Unidos está usando para no perder su hegemonía, se lanzó el año pasado bajo el nombre de Ley de Reducción de la Inflación que incluye una estrategia Industrial agresiva. Lo curioso es que esta nueva estrategia contradice al neoliberalismo y al libre comercio que tanto ha pregonado por décadas.

Proteccionismo es una política económica aplicada por un Estado para proteger y favorecer a sus productores e industrias nacionales frente a la competencia de los productos extranjeros. Por su parte, el libre mercado, es un sistema en el que el precio de los bienes y servicios se rige por la ley de oferta y demanda y requiere de la existencia de la libre competencia, no haya coerción, ni fraude, ni sanción, ni bloqueo, ni congelamientos o confiscaciones en especial, ninguna intervención del Estado o de algún tercero que quiera intervenir en la fijación de precios… es el amado capitalismo

El proteccionismo es una política económica contraria a libre comercio porque interviene el Estado en la economía, pues se encarga de subsidiar al productor y distorsiona los precios. Lo bueno es que protege y favorecer a sus productores nacionales frente a la competencia de los productores extranjeros. Por ejemplo, si un producto extranjero es más barato que un producto nacional, entonces el Estado pone un arancel para encarecerlo y la gente prefiera comprar el producto nacional.

Con los aranceles, el Estado logra principalmente dos cosas, primero que el producto nacional sea más competitivo que sus análogos extranjeros y segundo con ese arancel capta más ingresos, así el proteccionismo conlleva aplicar subsidios a sus productos y un subsidio no es otra cosa que una ayuda extraordinaria por parte del Estado a un productor, a un consumidor o a un bien nacional.

Hoy según las nuevas leyes estadounidenses un comprador de un coche eléctrico en Estados Unidos ya puede obtener un reembolso de 7.500 dólares, si el automóvil eléctrico de marca estadounidense fue ensamblado en Estados Unidos, o si sus baterías contienen un 40% de producidos en Estados Unidos. Con esta medida las empresas de automóviles extranjeras que venden coches eléctricos en Estados Unidos se encuentran en desventaja porque el cliente estadounidense preferirá un coche estadounidense ya que luego podrá reclamar un reembolso de 7.500 dólares.

Estas medidas atentan el Libre Mercado en especial a los productos chinos que invadieron el mercado estadounidense. Sin embargo, esta medida, ahora también preocupa a los mismos aliados de Estados Unidos como los países de la Unión Europea, Japón o Corea del Sur, por lo que ellos mismos también entrarán a pisotear el Libre Comercio en favor de políticas proteccionistas que a la larga quemarán a la competencia extranjera en sus respectivos países.

La administración Biden al crear su propio sistema de subsidios y aranceles con políticas proteccionistas está introduciendo regulaciones para que las empresas estadounidenses usen componentes y materiales locales, algo a lo que los funcionarios estadounidenses se habían opuesto anteriormente en la era de libre comercio pues preveían una carrera de subsidio entre países aliados y rivales lo que significa que los precios al consumidor pueden bajar, en el corto plazo, pero a costa de ralentizar la innovación. Algunos académicos defensores de libre comercio creen que los subsidios y aranceles son perjudiciales en sí mismos ya que reducen el costo de los bienes producidos localmente, pero de manera artificial.  Por otra parte, hay muchas empresas estadounidenses produciendo en la China comunista y en un futuro no muy lejano China podría usar las mismas tácticas que Estados Unidos aplica a un país incómodo: confiscar bienes, congelar dinero, etcétera…

Las preocupaciones en Europa ya se están expresando a nivel oficial en diciembre el presidente de Francia Manuel Macron calificó la ley contra la inflación de Estados Unidos como un asesino de la industria.

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