Blaicer Moreno Córdoba

Por: Blaicer Moreno Córdoba*

Está demostrado, además de bien definido, que la gravedad y globalidad de las crisis que cubre lo que va del S XXI, invita a reflexionar muy seriamente sobre la íntima relación de lo económico y lo político con lo cultural, o mejor, la interpretación de estos como un conjunto, como un todo tridimensional, poniendo especial atención en nuestro caso como unidad territorial que quiere un mejor porvenir, mismo que debemos forjar todos desde el hoy para un mañana duradero.

La UNESCO define cultura como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales, materiales y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo social. “La cultura o civilización, en sentido etnográfico amplio, es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad”. Es término contenido de muchas significaciones, que se pueden agrupar primordialmente en sectorial y global. En este último sentido, cultura es una noción totalizante, integradora de todo lo social: económico, político y ético-espiritual. En sentido sectorial, se circunscribe a los campos de lo artístico y literario, de lo valorativo moral y la expresión religiosa, del relacionamiento ecológico y de lo peculiarmente tradicional y convivencial. Es comprensible que las fronteras de los sectores no son de precisión físico-matemática o cosa parecida. Lo cultural como sector puede ser denominado como ético-cultural o ético-espiritual.

Aterrizando en cuanto concierne a nuestro municipio, subregión, región y departamento, es evidente, como clave e imperativo que tenemos que imponernos mejorar, crecer la economía, pensar en grande, tener grandeza, saber qué tenemos que ser fruto de correctos como acertados cálculos financieros, de procesos técnicos articulados, de estrategias eficientes y demás otros componentes bien estudiados, analizados y mejor conducidos, para ser llevados a feliz término con una marcada administración pública, gestión y gerencia gigantesca y generalizada sin corrupción, sin sesgos partidarios y con cumplimiento, responsabilidad y compromiso administrativo.

No caer más en deterioros políticos, ya que ellos a nada conducen, tampoco en improvisaciones de cuadros directivos, anarquización de procedimientos, inflación burocrática y clientelar. En cambio sí, adentrarnos en simbiosis municipio / municipios / departamento / país, generar impulsos, fomentar, potenciarnos, romper paradigmas, fortalezas comunicacionales enmarcadas de manera honesta y con total transparencia. Existir como producto de cumplimientos sociales, sino resultado de una concepción de mejoramiento permanente y continuo de la persona y de la sociedad, según la cual el ciudadano y su convivencia son enaltecidos por un gobierno que piensa en colectividad y poder comunitario por encima de grupos, para lo cual dignidad y derechos humanos tienen consistencia propia. Es hacer suficiente el querer sistemático de la ciudadanía, actuar democráticamente, que sea el pueblo un real poder popular.

Es erigirnos sobre nuestro propio yunque para que no nos toquen desastres económicos ni políticos. Ser resultado de una praxis social, que tiene en cuenta a la persona y a la sociedad, en ruta a refundarnos, reconstruirnos en términos de racionalidad técnica, adecuados procedimientos, eficacia administrativa y factores semejantes. Refundación debe y tiene que ir en mayor profundidad, a las raíces, a las bases, comenzando por la concepción misma de la persona. Es ir tras una refundación que nos exija asumir el municipio con sentido de pertenencia, exigencias y estímulos hacia un humanismo en continuo perfeccionamiento. En tender y comprender que tenemos que ser una nueva sociedad, siempre perfectible, siempre posible, capaz de asumir serios compromisos en lo económico, solidario, político, de servicio, cultural, de calidad ética y espiritual,

Todo lo cual, encaminado a robustecer una gran sociedad sobre bases graníticas, sólida, capaz de orientarse con base a reflexiones, parámetros concretos, creatividad e innovación, como base de un proceso de construcción y participación ciudadana que lleven a realidades de orden cualitativo. Fundamentar de la mejor forma y manera una gran base social, con visión de porvenir, de grandeza, con un capital social en conceptos de valor, trabajo de comunidad, potenciación comunitaria, participación sociopolítica activa conjunto, pensamiento creativo y soluciones creativas de problemas, pensamiento productivo para ser aplicados con una metodología secuencial para la solución de problemas y la generación de ideas, en dirección a aportar enfoques sobre la creación de un clima propicio para la consolidación de nuestras organizaciones sociales en general y municipio en particular. amerlyng@gmail.com

*Administrador de Empresas. Especializado en Pgroyectos de Desarrollo. Asesor y Consultor Político y Empresa. Columnista

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