Por: Ec. OMAR ESCOBAR

Los republicanos estadounidenses siempre pregonan la libertad y la democracia como sus banderas y modelos a seguir por el resto del mundo…más en el fondo, su afán por el poder los llevó a descuidar valores como el respeto y la dignidad.

Dejando a un lado el enfoque político y económico para analizar los hechos del 6 de enero en EEUU, vale la pena utilizar otra herramienta; la psicología, ciencia que nos permite entender la conducta humana. Según las intervenciones de Trump ante los medios de comunicación se puede decir que es un hombre errático e impulsivo y según los expertos

Sólo quiero que seas el mejor porque de nada sirve el doctor, si es el ejemplo malo

del pueblo. Diomedes Díaz

tiene un trastorno narcisista de la personalidad (TNP).

Desde que Trump aparece en el escenario político, a muchos nos llamó la atención su salud mental, pues al sufrir un trastorno, puede incidir significativamente en la toma de decisiones. Hace tres años, el psicólogo John Gartner, recogió más de 40.000 firmas, en la plataforma change.org, buscando la destitución del presidente, pues los consideraba psicológicamente incapaz de cumplir adecuadamente con las obligaciones de Presidente de los Estados Unidos. Posteriormente un grupo de 35 psiquiatras, psicólogos y otros profesionales de la salud mental enviaron una carta a los directores del New York Times, alertando que las palabras y los actos de Trump demostrarían su incapacidad para tolerar puntos de vista diferentes a los suyos, desencadenando reacciones de ira de su parte. Afirmaban que no tiene capacidad de tolerancia y por ende, empatía… “Los individuos con estos rasgos distorsionan la realidad para que encaje con su estado emocional, atacando los hechos y a aquellos que los difunden: periodistas, científicos, etc.” (Dodes y Schachter, 2017)… Lastimosamente las apreciaciones de estos profesionales de la salud mental pasaron a segundo plano, pues los medios de comunicación tienden a banalizar al ciudadano y acariciar el poder político.

Además se publicó un manifiesto público, apoyado por unos 3000 psicoterapeutas, contra el

“trumpismo” (Trumpism), los psicoterapeutas que llevan a cabo su práctica en los Estados Unidos, están alarmados por el surgimiento de la ideología del “trumpismo”, a la que consideran como una amenaza para el bienestar de la gente que ellos cuidan y para la propia democracia estadounidense (Citizen Therapists for Democracy, 2016). El manifiesto describe las características del “trumpismo”, que serían las siguientes:

  1. Expulsar y desterrar a grupos de personas que son vistas como amenazas, incluyendo a inmigrantes y a minorías religiosas
  2. Degradar, ridiculizar y menospreciar a los rivales y a los críticos, y
  3. Fomentar el culto al “hombre poderoso” que:

a) apela con frecuencia al miedo y a la ira,
b) prometesolucionarnuestrosproblemassiconfiamosenél,

c) reinventa la historia y se preocupa poco por la verdad, d) nosedisculpanuncaniadmiteerroresdeimportancia,

  1. e)  no ve la necesidad de persuasión racional,
  2. f)  subordina a las mujeres mientras alega idealizarlas,

g) desdeña a las instituciones públicas, como los tribunales, cuando no están

subordinados a él,
h) defiendeelpodernacionalsobreelderechointernacionalyelrespetohaciaotras

naciones, e
i) incita y excusa la violencia pública de los partidarios.

Según los expertos cuando alguien miente compulsivamente, se contradice continuamente a sí mismo, imploran la aprobación de la gente incluso cuando la ataca, exalta a la gente un día y abusa de ella y la vilipendia al siguiente… cómo no cuestionar su estado mental?… Los psicoterapeutas, alejados de un enfoque político partidista, no solo cargaron con el peligro sobre su seguridad personal sino que fueron responsables socialmente y finalizan diciendo: “El trumpismo socavará la salud emocional de aquellos considerados como “los otros” en los Estados Unidos– es decir, grupos históricamente menospreciados y los que lo serán

próximamente”

Según Sherman, (2016), de Trump como presidente, será impetuoso, atrevido, pragmático y despiadado, algo similar a como ha funcionado como empresario”, predicción que se ha reflejado en el ataque a Siria tras la matanza realizada por las tropas del Presidente Al-Asad con gas tóxico o en el lanzamiento de la bomba convencional más destructiva del mundo en Afganistán, pero también en las trifulcas con el primer ministro australiano Malcolm Turnbull, con la canciller alemana Angela Merkel, con el ex presidente mexicano Enrique Peña Nieto, con China, con Suecia, con la OTAN, y con el asesinato del general iraní Qasem Soleimani… Y se agravó cuando sus asesores no pudieron ponerle límites, desatando una egolatría delirante por mantenerse en el poder, aferrado cual niño rico, a su juguete caro: “esto es mío… de nadie más”… y maquiavélicamente instó a sus seguidores a desatar violencia… repudiada por sus propios progenitores políticos, entre ellos, Bush… Sin embargo aquí se pudo ver la fragilidad de un Estado, que oficialmente ostenta 37.7 puntos, pero la turba fanática fue capaz de poner en jaque al sistema de seguridad más equipado del mundo.

En fin, ese día Trump, debió constatar algunas ironías, entre ellas: mientras un narcisista fue

incapaz de continuar en el poder y quiso intervenir a Venezuela para derrocar a Maduro -con trastorno de personalidad antisocial- éste, se mantiene por otro periodo más. Y lo más agrio: un empresario que pregona la libertad, ese día demostró su poder monopólico censurando la libertad de expresión de un presidente; Zuckerberg vetó la cuenta personal en Facebook y twitter…años atrás, Apple se negó a la petición de Trump para desbloquear un teléfono de un terrorista.

Entonces de qué libertad se habla?

¿Hasta dónde el Trump o Maduro que observamos en los

medios son personas reales, o personajes construidos por quienes diseñan el modelo económico a seguir y las campañas de propaganda política? …el poder termina alterando la conducta humana… Bertrand Russell lo llamaba “la intoxicación del poder”, y de manera

coloquial se dice: «se le subió el poder a la cabeza».

REFERENCIAS

Caballo, Vicente E. (2018). Análisis Psicológico de Donald Trump. Universidad de Granada (España). En: https://www.behavioralpsycho.com/wp-content/uploads/2018/10/13.Caballo_25-1.pdf

Sulbarán, Patricia (2021). Asalto al capitolio. En: https://www.bbc.com/mundo/noticias- internacional-55568588

Peña, Máximo. (2017). Trump y Maduro, trastorno mental y poder. En:

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