Por: Rafael Robles Solano*

Se torna repetitivo y hasta cansón, el seguir refiriéndome a la preocupante situación que por estos días atraviesa el país, por cuanto es innegable que al desbarajuste institucional en que ha caído en las últimas semanas el Gobierno, se suma esa especie de terrorismo mediático en contra de Petro, y porqué además, se le aprecia enredado y sacudido por una serie de inocultables hechos, que permiten deducir evidentes improvisaciones por parte del Presidente, de sus ministros, asesores y restantes funcionarios del orden nacional.

A estas alturas, intranquiliza observar c|omo más allá de los permanentes cuestionamientos provenientes de la oposición, lo cual sería apenas natural, también se suman los sectores que apoyan al gobierno, pues estos comienzan a desmarcarse de su frágil lealtad partidista, para fijar reparos y reproches a los diversos proyectos de ley impulsados quizás precipitadamente por la Administración actual. Presumo que en su afán por reafirmar sus propuestas de cambio, las que sin embargo, están resultando no solo confusas, sino lo que es peor, asustando al país entero con la magnitud y multitud de reformas que al parecer carecen de las debidas socializaciones, concertaciones y consensos necesarios, que permitan acoger y facilitar con las diferentes facciones políticas interesadas en las mismas, dichas propuestas, pero lo que se ve al unísono, es como se quejan de no ser escuchados, ni atendidas sus sugerencias y menos sus recomendaciones.

De repeso reformas como la política, retirada en buena hora por el propio Gobierno, presentaban absurdas modificaciones expresamente prohibidas por la Constitución del 91, y que sorpresivamente resultaron incluidas, lo cual las tornaba inaceptables, por desnaturalizar principalmente los supuestos ideológicos promovidos por el Pacto Histórico, además de las restantes y cuestionadas reformas a la salud, la laboral, la tributaria, la de sometimiento, etc., a las cuales les hace como ya cité, falta mucha socialización.

Todos estos factores contribuyen a sustentar las acciones de aquellas esferas burocráticas que no se resignan a aceptar que perdieron el poder, quienes aliados con las extremas derechas, sectores empresariales, militares y de otras tendencias, que se encuentran empeñados en procurar a como dé lugar a la desestabilización gubernamental, utilizando estrategias falaces y de desinformación masiva, difundidas desde aquellos medios de comunicación (prepagos) y afectos a ellos, que sin ninguna clase de escrúpulos recurren a lo que actualmente se les conoce como: golpes suaves o blandos, diseñados para desestabilizar al Estado, como son los recurrentes paros regionales, por citar un ejemplo, sin afectar el sentido democrático que las impulsa y darles ropajes de legitimidad.

En consecuencia, sobre estos conceptos, me permito una breve reseña, los golpes suaves o blandos, se originan en EEUU con Gene Sharp, en 1983, y se remiten a aquellas maniobras decantadas a través de ataques sin cuartel en contra de gobiernos suramericanos y consta de fases, con métodos puntuales y teniendo a los medios de comunicación como los protagonistas principales, consisten en tácticas modernas que despliegan lo que estratégicamente se conoce como GBI (guerras de baja intensidad) y contemplan todas las formas modernas de lucha, sicológica, de inteligencia, militar, diplomática, política, económica, educativa, cultural y por medio de la desobediencia civil como armas (van entendiendo), pero esencialmente con métodos informativos que prestan su concurso al servicio de la desinformación, para oponerse a aquellos gobiernos que propenden por la autodeterminación, la soberanía, la justicia social y erradicar la pobreza, para oponerse con ésta clase de actividades, sin utilizar las acciones violentas, las que sin embargo, no descartan en caso de ser necesario, pero cuyo fin último, es no permitir la estabilidad gubernamental, como actualmente acontece gracias a la ingenuidad, el orgullo y la arrogancia presidencial, que le están facilitando a sus detractores, el despliegue de éstos planes desestabilizadores. (Fuente: “PANORAMAS” de Stella Calloni, periodista argentina y corresponsal de guerra en diversos conflictos).

* Rafael Robles Solano. Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. rafaelrobles12@hotmail.com