Por: José Manuel Herrera Villa*
Control es comprobación, inspección, fiscalización, intervención. Hace referencia al dominio, mando y preponderancia o a la regulación sobre un sistema. Mecanismo preventivo y correctivo de la administración que permite detectar y corregir oportunamente desviaciones, ineficiencias o incongruencias en la formulación, instrumentación, ejecución y evaluación de sus acciones, a fin de procurar su cumplimiento bajo las normas que la rigen.
El control interno, es ese conjunto de elementos, normas y métodos que existen resultado de la propuesta de jefes y empleados, a fin de prevenir cualquier eventualidad o complicación que afecte la buena marcha de una acción. El control en todas sus manifestaciones es antiguo y está asociado desde la aparición de la actividad humana; fue evolucionando en el tiempo, adelantándose modelos de auditoria interna y del gobierno, permitiendo el desarrollo de un sistema de control interno propio para cada una de ellas, y reconociendo la división del control interno en dos grandes grupos: El administrativo, que mide la eficiencia de las acciones realizadas por una organización; y el contable que da una seguridad razonable a sus operaciones financieras.
Hoy, se entiende como un proceso integral que se adapta al cambio permanente de una organización, involucra a todos sus integrantes quienes diseñan las acciones necesarias para enfrentar riesgos como resultado de su actividad, verificando que los temas a resolver estén vinculados a su razón de ser, y se cumplan tal y como fueron planeados.
En el sector público tiene como único interés general satisfacer el beneficio público; es decir, producir bienes (carreteras, puentes escuelas, hospitales, etc.) y prestar los servicios públicos indispensables para el desarrollo económico nacional, favoreciendo la procura del bien social, además de ser herramienta indispensable para evitar el uso indebido o el despilfarro del recurso público, ayuda para impedir actos de corrupción y al mejor funcionamiento de las instituciones gubernamentales, en beneficio de la sociedad a la que sirven. Promueve el liderazgo y el compromiso de los responsables de las instituciones en su implantación, así como impulsar la integridad de los servidores públicos y combatir la corrupción. Cobra especial importancia en lo público ya que permite implementar o reforzar programas de profesionalización en la administración pública, delimita el ámbito y responsabilidad de actuación del servidor público de acuerdo a sus actividades y responsabilidades en beneficio de su mejor desempeño, ya que conoce y cumple la norma.
Conocerlo y aplicarlo, apuntala transparencia y rendición de cuentas, al tener la seguridad de lo que se hace y como se hace, por lo que se legitima el resultado y éste se presenta de manera abierta al ciudadano. Promueve una mejor operación de los proyectos gubernamentales, ayuda a mejorar la calidad de los servicios, previene que los riesgos propios a su campo de actuación se materialicen, favorece el adecuado manejo del presupuesto, promoviendo su aplicación con eficiencia y transparencia, fomenta la integridad y el combate a la corrupción en el servicio público, fortaleciendo como dijimos, la transparencia y la rendición de cuentas
Si el control interno en la administración pública es entendido dentro de sus características específicas; tendremos como ciudadanos una mayor certeza que al aplicar las instituciones públicas adecuadamente esta herramienta administrativa de manera preventiva, podremos disfrutar mejores bienes y tener mejores servicios gubernamentales en nuestro beneficio. jomahevi@gmail.com *Profesional en Administración y finanzas. Especializado en Auditoría Integral
Muy buen aporte, muy recomendable! Saludos.