JOSÉ MANUEL HERRERA BRITO

Por: José Manuel Herrera Brito

En la misma pauta y tónica del artículo anterior y sobre la verdad del año político que viviremos en este 2023, pretendo de manera sucinta en este artículo, referir y ahondar un poco más en algunos ítems de cómo posible fuera obtener la confianza de los ciudadanos a partir de un discurso claro y definido. Desde una estrategia de gobierno abierto hasta la construcción del político ser, parecer, saber, es enfocarse en la comunicación de mensajes en municipios medios y pequeños donde no siempre la cercanía, atención y resolución de los problemas vecinales es lo que más se da.

Hay que elaborar como estrategia válida un discurso cercano, en la verdad que, para gobernar bien, lo primero es comunicar bien lo que más tarde debe gestionarse bien. es crear un movimiento de conexión ser, parecer y saber y ser de contera honestos, sinceros, cercanos y auténticos. Parecer competentes y formados en lo que hacen y gestionan y Saber comunicar todo eso. La descentralización de funciones que ha propiciado nuestro sistema municipal debe acompañarse por tanto de una descompresión de las palabras. De nada sirve decirle al ciudadano “estamos más cerca de ti” si cuando tenemos que resolverles dudas alejamos nuestro discurso de sus necesidades. Hay que ser fiel al principio: si no haces que se entienda (lo que dices) no lograrás que te atiendan (en lo que haces). Eso fue lo que le pasaba a un concejal de una pequeña localidad y a su alcalde. No tenían malas intenciones, ni malos proyectos con sus convecinos, Simplemente, no sabían transmitirlos con eficacia y efectividad. No eran influyentes en el fondo porque no eran convincentes en la forma. Y en la (comunicación) política, en el fondo, todo es forma.

Es humanizar el mensaje, hacerlo real, incluyente y entendible, de otra manera no es posible obtener una respuesta positiva. Para ganarse la confianza de los ciudadanos, tenemos que conectarnos con ellos, ir más allá de las ideas políticas de unos a otros. Apostar por acercarse y hablar abiertamente, constituir una marca política que contenga el ser, el parecer y el saber. No es tanto el qué y el dónde, sino el cómo y el por qué informar de las actuaciones. Definitivamente en esto de la política debe serse abierto, ofrecer espacios colaborativos para una superior colaboración ciudadana en la cosa política y pública, mantenerlos informados, concebirlos sujetos de conocimiento, y más tarde, y sobre todo, enterarlos de las decisiones y hacerles ver que fueron tomadas desde la razón y no desde impulsos, sino producto de estudio y análisis.

Hay que definitivamente fomentar la cercanía, empezando por el contenido de lo que se pretende, mover las emociones, pero sin olvidar las razones. No es solo utilizar frases bellas para llegar a los ciudadanos, sino con realidades. Sin mentiras ni engaños. Y si bien en campaña todo se perdona porque todo es ilusión, todo es esperanza y en algunos casos, regeneración, no pueden soportarse las mismas en irrealidades, sino en las razones que consulten sus verdades, necesidades, prioridades, urgencias e importancias. A los ciudadanos debe atendérseles en sus demandas para que entiendan el porqué de su voto. Es darles motivos para que sigan confiando, en lo que importa igualmente, recoger inquietudes, necesidades, dudas y motivaciones, visitarlos casa por casa, preguntarles que poder hacer para mejorar su vida y la de los suyos, comprometerse. saramara7@gmail.co

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