Iván Bohórquez Zapata

Por: Iván Bohórquez Zapata*

Tiene el país que mostrar y demostrarse que la mejor forma y manera posible de caminar y avanzar sin mayores tropiezos por sendas de desarrollo, progreso, general bienestar y creciente prosperidad, es ir con cautela, pero con paso firme en cumplimiento de postulados que en real y verdaderamente se acerquen y traduzcan el querer popular, sin tener que incurrir en posturas fuera de lugar, ni en desmanes; sino entrar de frente y soportados en bases ciertas, a construir todos, sin exclusiones, un proyecto de país que sirva definitivamente para alcanzar los niveles significativos que aún no se materializan en beneficio comunitario.

Debemos actuar como ciudadanos que queremos dejar atrás los pesados lastres del pasado, con moderación, sensatez, serenidad y prudencia, misma ella que nos han enseñado, hace verdaderos sabios. Invitarnos a revisar ideas y desechar las que inanes y obsoletas por hacer sido pensadas sin fundamento en la realidad viviente y solo paliativas, cuando requerido era que dichas ideas conectadas estén con los problemas del siglo presente en clara visión y función de porvenir.

Empujados estamos, so pena de renunciar a los renacimientos mejores en toda dirección y destino. Se impone pensar cambios de fondo y sentar posiciones sobre las cuestiones todas que afectan a la moral personal y los hábitos sociales. El mundo ha cambiado mucho de opinión en distintas materias, de suyo delicadas, que debemos afrontar de conformidad con las propias verdades y adecuadas como acertadas y soportadas consideraciones. No es rechazar por rechazar, ni frenar por frenar los cambios que se han dado y seguirán dándose en el decurso del tiempo. Importan en esto, consolidaciones, amparados en la sindéresis de una amplia base social que capaz sea de integrar aportaciones distintas a las puramente esnobistas y nada edificantes.

Queremos como ciudadanos que se nos gobierne desde el respeto de nuestros intocables derechos, aspiración legítima e irreversible que no debe ser nunca vulnerada, por lo que debemos centrarnos. Entender que no estamos para radicalismos, sino para el deber ser y las centralidades en lo social, político, educativo, sanitario, económico, cultural, ambiental, especialmente cuando orientadas están hacia los más necesitados. Requerimos de una justa justicia, y no manejada con poderes ocultos que sabotean gobiernos y pretenden su fracaso. No podemos incurrir en más errores y comprender que más pronto resolveremos nuestros problemas con acciones duraderas, pero definitivamente con flexibilidad, moderación centrados y sin radicalismos.

Iván Bohórquez Zapata. ibozap@yahoo.es Administrador Público. Especializado en Gerencia de Proyectos de Desarrollo. @ivnBohorquez1

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