Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*
Han sostenido siempre cientistas sociales y expertos en materia política pública, que es ante las crisis cuando los gobiernos deben mostrarse, demostrase y cómo realmente deben actuar, para así todos conocer verdaderamente a nuestros funcionarios públicos, cuál es su mística y ver de qué están hechos; puesto que más allá de partidos políticos, ideologías, elecciones y demás, deben ser los gobiernos, sobre todo y todas las cosas, gestores profesionales de la administración pública, lo mismo que hacer todo lo que necesario sea para no quedarnos atascado antes de llegar a donde ideal sea hacerlo sin sumirnos en incompetencias.
Es actuando y no perder tiempo en criticar a la oposición y a los medios de comunicación, sino ejecutar, construir sobre lo construido, decir lo que deba decirse, concitar la solidaridad de la gente, reconstruir lo que así lo amerite. Eliminar todo asomo de negligencia, en la certeza que los gobiernos, y bello sería criminal, no deben ni pueden creerse que gobiernan tierras de nadie, debiendo ejercer su autoridad como constitucional y legalmente están obligados y asistidos por la responsabilidad y el compromiso adquiridos con la población desde el momento mismo de jurar cumplir tanto cabal como bien y fielmente con su misión y funciones.
Es entender que la aplicación de un código de buen gobierno es la garantía para el crecimiento sostenible de una sociedad, ya que ayuda a restablecer la confianza de la ciudadanía y comunidad toda, atrae talento e inversión, fomenta una mejor imagen, en la realidad que los gobiernos, genéricamente hablando, le cabe la responsabilidad y el compromiso de ser los encargados de establecer y regular el marco social en el que los pobladores nos desenvolvemos todos los días, de ahí que deba un buen gobierno ejercer el poder en conformidad con la Constitución, las leyes y nunca de mandatos individuales y concretos.
Un gobierno de leyes es un principio político y jurídico de la mayor importancia; razón por la que se afirme que un buen gobierno es la forma de ejercicio del poder en un país caracterizada por rasgos como la eficiencia, la transparencia, la rendición de cuentas, la participación de la sociedad civil y el estado de derecho, que revela la determinación del gobierno de utilizar los recursos disponibles a favor del desarrollo social y humanos y del crecimiento económico.; y más, por cuanto el objetivo de los gobiernos, en su concepto principal de gobierno, es la autoridad gobernante de una unidad política, que tiene por objeto tanto dirigir, controlar y administrar las instituciones del Estado, como regular una sociedad política y ejercer autoridad.
Tener buenos gobiernos sí importa, importa mucho. De ahí que no puedan las crisis pintar de cuerpo entero a gobiernos incapaces como los que cansados estamos de soportar, y menos dirigidos por personas que se dedican a hacer “política” y no a gobernar como debieran, en la verdad que requeridos estamos local, municipal, departamental, regional y nacionalmente de gobiernos con mucha, muchísima administración y sin politiquería.
*Jurista. rubenceballos56@gmail.com