Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*
Grave momento el que vivimos, en el que vemos se quiere destruir a como sea lugar su tejido social y económico, acabar la propiedad privada, retroceder, tirar por la borda el desarrollo alcanzado con no pocos esfuerzos y sacrificios, aspectos que requieren que todos a una apoyemos incondicionalmente nuestro hacer ciudadano contra todo atisbo de barbarie propuesto en la actualidad por parte de quienes en lugar de ocuparse de gobernar, como les corresponde por mandato legal, desgobiernan y de qué manera.
Clave en todo esto, la participación activa de la ciudadanía, de todos y cada uno de nosotros en los más de los procesos sociales económicos y políticos de nuestros núcleos sociales desde lo local a lo nacional. Debemos y tenemos que despertar como si se tratase de un imperativo impositivo categórico. Opinar, manifestarnos en marchas, diálogos, debates, centros académicos y en tantos escenarios otros escenarios como sean posibles. Activar todos los distintos sectores de la sociedad para que participen en las elecciones regionales del 29-OCT-2023, en dirección a elegir a los más capaces, dispuestos a cumplir con responsabilidad con los intereses superiores de la colectividad, que no con los personales, de grupos, movimientos o partidos. No es esa la esencia de la democracia.
Cansados estamos de tener una democracia y una Constitución amenazadas por los nuevos mesías que empeñados están en arruinar el futuro y condenándonos a la desidia, el hambre y el abandono. No más mentiras. Fastidiados, molestos e iracundos estamos de tanta ignominia. No podemos seguir haciendo el papel de idiotas, vigilando a los congresistas para ver si votan bien, mal o hasta que punto venden su alma al diablo para calificarlos como traidores.
Esta legislatura que recién empieza debe ser la de la verdad, Si capaces serán nuestros congresistas de sacar avante de manera adecuada, concertada y conveniente, que no por imposición del Ejecutivo, las reformas que requerimos, en la afirmación que no estamos para perder oportunidades; y, como en la obra cumbre inmortal de Marcel Proust, ……. “recuperar el tiempo perdido”, que ya es bastante.
No podemos bajo circunstancia alguna permitir lo que pasándonos está, lo que amerita incoar un trabajo ciudadano serio y cierto durante estos días anteriores a las elecciones regionales, en dirección a elegir buenos gobernantes, a efecto de empezar a detener las malas acciones del Ejecutivo Central y Legislativo. Recuperamos desde las regiones lo que nos queda de país, o no habrá Santa Lucía que valga. Está en nosotros. Así de sencillo.
*Jurista rubenceballos56@gmail.com