Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*
Tenemos como ciudadanos del país acercarnos a la luz para verla en su real como exacta dimensión y beneficios; lo que no es un decir, sino un imperativo categórico si no queremos quedarnos en esta oscuridad en la que viviendo con pesar estamos y que nos hace depresivos, sin mirar al cielo, sin buscar las señales que anuncian que los días vuelven a crecer, correspondiéndonos desafiarlo todo para enrutarnos por las vías mejores de progreso e integral prosperidad.
Mucho tenemos que hacer para no caer de manera permanente en desánimos y pesares que generan pena y desajustes vitales, los cuales realmente no compensan los salvajes trastornos que hasta altera el sueño, lo que no es poco en un país donde por lo visto la gente duerme fatal cuando dormir puede ante tantas vicisitudes que no es posible asimilar por lo contundente las más de las veces y la frecuencia de las mismas.
Tenemos que justificar nuestra existencia en bien de todos, hacernos solidarios, cooperativos, socialmente importantes, económicamente solventes, ahorrar, propiciar cambios y transformaciones positivas, buscar las cifras y los destinos superiores que al final me dejen dudas. es funcionar con energía, con las luces encendidas a toda hora en la búsqueda y procura de sendas mejores en beneficio y aprovechamiento colectivo como corresponde.
Interesa e importa sobremanera impulsar desarrollo y crecimiento, adaptarnos a los adelantos del mundo. Proyectar cambios y trasformaciones positivas, decidir por nosotros mismos, no enfrascarnos en discusiones agotadoras; pero buscar sí y siempre la mejor hora para participar activamente en todo cuanto nos incumbe como individuo y como miembro de una sociedad.
*Jurista rubenceballos56@gmail.com