Por: Rafael Robles Solano*
Al momento de redactar estas líneas, han transcurrido poco más de los primeros 100 días del Gobierno de Petro, el cual metafóricamente navega en medio de mares agitados, por causa de las frecuentes improvisaciones de sus colaboradores inmediatos y, especialmente por los denodados y permanentes cuestionamientos de sus adversarios políticos que no pierden oportunidad, para exhibir en todos los escenarios posibles sus críticas con las que pretenden menoscabarlo. Sin embargo, más allá de lo acertado y razonable que estas puedan ser, es evidente observar como omiten deliberadamente sus detractores, el mencionar los logros que paulatinamente van consiguiendo algunas de sus diferentes propuestas tanto a nivel doméstico como en el exterior.
El Gobierno intenta promover éstas en los múltiples frentes que están al alcance de su administración, pese a las enormes dificultades que enfrenta por las limitaciones de los escasos recursos económicos con los que cuenta, entre otros, agravados por el fuerte e inclemente periodo invernal que nos afecta, que inunda grandes extensiones de tierra, devastando cultivos y arruinando cosechas, destruyendo vías y viviendas; la crisis inflacionaria de orden global, que contribuye a la escalada sin precedentes del dólar, convirtiendo nuestra moneda en una de las más devaluadas y encareciendo la mayor parte de los productos básicos de la canasta familiar y comercial, como consecuencia del aumento del precio de la mayoría de los insumos necesarios para su producción, advirtiendo que esta caótica situación, no obedece al mal llamado “efecto Petro”, igual acontece con las reiteradas confrontaciones violentas por disputas territoriales de los grupos sediciosos, de las disidencias, paramilitares, carteles de drogas, minerías ilegales, delincuencia organizada, las continuas masacres y asesinatos selectivos de líderes y dirigentes sociales, etc.
Hechos que nos llevan a reflexionar y de golpe avalar la razón de ser del presente titular, al preguntarnos si sus propuestas ¿están consiguiendo acceder a la reconciliación nacional? En principio se puede pensar que están cayendo en tierras estériles, porque la violencia generalizada en contra de bienes y personas, sigue marcando altos índices de inseguridad a nivel urbano y rural, que para nada contribuyen a facilitar los diálogos regionales y los procesos para la Paz Total; aunados a la permanente desconfianza generada desde los medios de comunicación masivos afectos a los sectores industriales y financieros, que no se resignan a aceptar el nuevo concepto propuesto por el progresismo o socialismo de izquierda, con lo que desestimulan a los inversionistas, por solo referirme a estos aspectos.
Afortunada y hasta sorpresivamente a nivel nacional, vemos como algunos de los opositores políticos más radicales y dirigentes de derecha, han optado por actuar de forma consecuente, por abrir y habilitar espacios de colaboración, que permiten ir facilitando, por ejemplo, la vinculación de líderes gremiales a los recién iniciados diálogos de paz con el ELN en Caracas, lo cual permite avizorar que serán exitosos. Porque a nivel internacional, el presidente Petro, goza de la aceptación y confianza de la mayoría de los gobiernos y naciones desarrolladas, como de las agencias defensoras del medio ambiente, gracias a sus audaces posturas en favor de la protección del cambio climático y la defensa de los recursos naturales, que superan con creces a sus precipitados anuncios de suspender la exploración de nuevos proyectos de efecto invernadero como lo son la explotación de nuevos pozos petroleros, de gas y carbón, como productos no renovables que afectan y dañan las capas de ozono.
*️⃣ Rafael Robles Solano. Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. lideresocial@hotmail.com
