Por: FERNANDO DENNIS

La flor del pez se oscurece. / En el reloj de agua duerme la cóncava luz / que mueve sus agujas de hielo. / La espalda se disuelve, / su nombre convertido en una ola / ya es también hierro enfadado bajo / la luna de agua. / Y mientras el mar teje su museo, / su colección de auroras / y de noches, / la dama de sal se yergue, ingrávida, / y permanece inmóvil junto al abismo insondable / con su leyenda: / YO SOY EL MAR, Y EL AGUA VA Y VIENE CON MIS RECUERDOS.

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