JOSÉ MANUEL HERRERA VILLA- Profesional en Administración y Finanzas.

Por: José Manuel Herrera Villa*

¿Qué tenemos qué hacer?

Gran pregunta que brota espontánea ante la urgencia de gestionar el riesgo colectivo en el que estamos por razones múltiples y que requiere hacerse la humanidad, para poder resolver los problemas que acusamos. Muchos son los abismos que como ciudadanos, malamente asistidos, tenemos que afrontar en el desarrollo de la propia vida, o en las estructuras y modelos vigentes en una sociedad, que se enfrenta a cada instante por sendas de disolución, particularmente porque se siente y además se encuentra engañada por una dirigencia que no llama a compartir, que no genera cambios positivos, integración, cohesión ni unidad. Que no es justa, honesta ni veraz; y en cambio sí, propicia violencia y desencuentros. Que no entiende, comprende ni atiende que conversión interior de las personas, cambio social e institucional, deben andar unidos.

Se impone para nosotros recuperar, además de un definido sentimiento de pertenencia, el sentido de una historia común que entrañe tareas de cambio de mentalidad, siembra y abono de un auténtico sentido de la vida en las consciencias, lo cual entraña educación, espiritualidad, equidad, ecología, ética y estética que ayudan a transformar existencia humana, universo e historia, especialmente si nos asomamos a las cifras de degradación y muerte, que amenazan con arruinar la sostenibilidad de territorios como los nuestros. Cambiamos para bien o nos cambian para mal.

Vivimos los colombianos angustiados y temerosos de lo que puede sobrevenir. Mucho tenemos que hacer para salvarnos. Estar honradamente conscientes y disponibles para ayudar a transformar realidades y verdades incontrovertibles. Ayudar a la búsqueda y procura de soluciones. A darle a los problemas respuestas necesarias, precisas, hacia el compromiso que nos asiste y compete como personas, miembros de familia, gremio y sociedad.

Tenemos sin más dilaciones que afrontar nuestras propias realidades, hacernos más productivos y competitivos, prepararnos para las contingencias. Construir. Apoyar. Coadyuvar. Autoabastecernos. Convivir en mejores ambientes de civilidad. Aprovechar a tope nuestros climas, hacer realidad ciclos dobles y hasta triples de cosechas. Hacer que nuestras tierras crezcan a favor de la naturaleza y de sus selvas en intensidad, tecnología y hacia lo alto.

Debelar en todas sus formas la injusta corrupción que pareciera instituida de manera estructural y por lo tanto requiere del más cuidadoso de los manejos. Tenemos, no hay de otra, qué rehacer y transformar nuestra misión ciudadana. Ser garantes de un mejor hacer social de una superior convivencia pacífica, democracia, orden y soberanía nacional. Se trata que hoy nosotros enumeremos y elaboraremos entre todos, un catálogo, no solo de buenas intenciones (lo que también es válido), sino de respuestas a cada realidad enferma y dañada que nos carcome. Sumemos porvenir y juntos logremos los cambios y transformaciones positivas que necesitamos. Es llamado, tarea y consigna. No seamos inferiores.

*José Manuel Herrera Villa. jomahevi@gmail.com Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Formulación y Evaluación de Proyectos de Desarrollo.

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