Por: José Manuel Herrera Brito
Importante es y será siempre sin duda alguna exaltar los valores propios que se han destacado a lo largo de su vida, desde lo local a lo internacional, a través de su hacer y quehacer en distintas actividades, lo que les debería merecer sin mezquindades permanentes reconocimientos a su trayectoria y a su invaluable aporte, como es el caso de Álvaro González, nuestro “Samario de Ébano”, quien desde sus inicios en la interpretación musical ha contribuido de manera significativa a la cultura nacional, con la que ha mantenido, gracias a su esfuerzo, empeño, porfía y constancia, un vínculo afectivo, corroborada en diversos escenarios, sus constantes giras a todo lo largo ancho de la geografía patria y confirmada con una vida coherente con su devenir artístico, que le ha sido valorada en su excelencia por distintas autoridades gubernamentales, entre ellas Ministros de Cultura, Gobernadores, Alcaldes, Secretarios de Cultura, así como por distintas organizaciones del ramo en el país, en actos que reivindican que no se pierda el quehacer de sus mejores figuras en los entresijos del olvido, como sucede en la sociedad líquida de la que habla Sygmunt Bauman, en la que todo parece deshacerse casi en el instante mismo en que es construido, incluidos los valores, que ahora lejos de ser mojones parecen hechos para ocasiones especiales, tras las cuales desaparecen. Es necesario recuperar nuestros valores, mantenerlos vigentes, hacer que no sean sustituidos por la indiferencia. Tenerlos vivos en la memoria es un derecho y una obligación. Es reclamar su pervivencia para su generación y para una juventud que necesita reconocer a sus mejores.
Álvaro, nació en nuestra mágica Santa Marta. Estudió solfeo y técnica vocal al entender que cantar es arte que entraña dimensión cultural. Ganó el trofeo como mejor intérprete del Festival Internacional de la Canción de Villavicencio, entre otros galardones. Ha sido homenajeado, premiado y reconocido durante toda su vida artística que supera ya los 40 años, misma que lo ha llevado a las ciudades todas del país y muchas del exterior, participar en la OTI, la Voz Senior, grabar con la orquesta del inolvidable Maestro Lucho Bermúdez en un álbum especial conmemorativo, presentarse en infinidad de ocasiones en los distintos programas de televisión regionales y nacionales, ser entrevistado en los medios de difusión más destacados de Colombia, lo mismo que grabar varios discos sencillos, distintas colaboraciones y alrededor de diez Larga Duración.
Por ello y muchos más otros merecimientos, ha sido exaltado con el fin de registrar los méritos de su trayectoria, gran influencia musical y cultural, por la Asociación Diciembres de Amistad, Fundación Pescaito Dorado, Liga para el Desarrollo y la Rehabilitación Socio Cultural – LIDERESOCIAL, Academia Iberoamericana de Letras Artes y Ciencias, así como merecedor del galardón mayor en la Noche de los Mejores de la Costa Caribe, en acto solemne en la Quinta de San Pedro Alejandrino; reconocimientos a él concedidos, que hablan de un ciclo que aún no se cierra y que empezó con aquellos famosos conciertos en los que compitiera el posteriormente conocido como “El samario de ébano”, en los festivales estudiantiles de la canción en el Centro de eventos del famoso Liceo Celedón, que marcaron a varias generaciones, las cuales en la actualidad contemplan como este artista nuestro ha sido capaz de mantenerse vigente y fiel a sus valores, sueños y aspiraciones para orgullo de samarios, magdalenenses y nación entera. saramara7@gmail.com