Por: José Manuel Herrera Villa*
Claro está y en ello hay consenso universal, que no existen articulaciones directas entre crecimiento y desarrollo económico, tampoco entre crecimiento económico y desarrollo humano, por lo que es un grande desafío para la sociedad generar un vínculo real entre crecimiento económico, desarrollo económico y desarrollo humano, especialmente en territorios con prórrogas y esperas históricas en estos aspectos, como sucede en muchas de nuestras regiones.
El crecimiento económico sostenible se refiere al patrón de desarrollo en un sentido amplio; y, el crecimiento sostenido propiamente dicho, al patrón de crecimiento económico caracterizado por una marcha persistente y poco volátil de la tasa de crecimiento; debiendo ser objetivo regional principal, toda vez que representa fuente principal de financiamiento del desarrollo económico y consiste en el mayor aprovechamiento de los recursos disponibles; pero a pesar de lo cual, no existe crecimiento económico sostenible sin factores productivos desarrollados; de modo que la relación no es lineal, sino que se trata de términos que se retroalimentan dinámicamente. Está determinado por los mercados y las instituciones sociales en eficiente funcionamiento, es un medio para el desarrollo humano y no un fin en sí mismo, ya que depende de ciertas condiciones para convertirse en tendencia permanente. Las sociedades no detienen su nivel de desarrollo económico y humano, el desarrollo no es una meta fija, sino una condición dinámica que exige la mejora continua del bienestar y calidad de vida de los individuos que viven en sociedad.
El crecimiento económico impulsa materialmente el desarrollo humano en la medida que amplía el estado de condiciones de producción y factores productivos (desarrollo económico); mientras mayor es el desarrollo humano, más sostenible es el crecimiento y desarrollo económico. Si bien existe una relación muy estrecha entre todos estos términos, son esencialmente diferentes. El desarrollo humano exige crecimiento económico, libertad política, desarrollo económico, equidad social, participación comunitaria, sostenibilidad ambiental y seguridad humana. El problema de viabilidad del bienestar colectivo surge cuando se afirma contar con desarrollo humano y no se obtienen resultados tangibles en términos de crecimiento y desarrollo económico.
Para que haya crecimiento económico sustentable, que financie el desarrollo económico y el desarrollo humano inter-generacional, es necesario que los excedentes obtenidos de la economía se destinen a la inversión productiva, fundamental para incrementar la productividad laboral y destinar recursos a acciones concretas de desarrollo humano.
El gasto público productivo como medio de intervención del gobierno en la economía, debe dirigirse efectivamente a ofrecer bienes y servicios públicos de calidad, para mejorar la eficiencia, equidad, equilibrio y desarrollo material de las naciones. Por lo que resulta imperante, lograr el equilibrio de influencias entre el Estado en democracia y el mercado, entendidas como dos instituciones complementarias y no antagónicas en la sociedad.
José Manuel Herrera Villa. jomahevi@gmail.com Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Formulación y Evaluación de Proyectos de Desarrollo.