Por: Jorge Enrique Tello Chávez

Es gratificante para mí, que la periodista, Nidia González, Editora del Diario El Derecho de Pasto, me volviera a invitar para escribir en el decano de los periódicos de Pasto y de Nariño, la tierra que la llevamos en el corazón, quienes dando gracias a Dios hemos tenido la fortuna de nacer en este hermoso territorio sur colombiano.

En estos duros, difíciles y delicados momentos por los cuales atraviesa la humanidad y en especial nuestro país, en primer lugar, por “el acuartelamiento” de primer grado decretado por el Gobierno Nacional, quien nos confinó a recluirnos con nuestros seres queridos en nuestros hogares. Prohibiéndonos el salir a la calle para n ser presas fáciles y contagiados del COVID-19, arma letal que fue conseguida por Sociedades Secretas, en los laboratorios de la China, buscando con su propagación aniquilar a la superpoblación en el mundo entero. 

La soledad que se viven en las calles y avenidas de las grandes ciudades y de nuestros pueblos, han sido aprovechadas por “los amigos de lo ajeno”, para cometer asaltos, atracos, robos a mano armada, feminicidios, el abuso de menores, secuestros y el incremento de muerte de líderes sociales. Causando además de la pandemia grandes dolores en el seno de muchas familias nariñenses, que los colombianos de bien rechazamos estas fechorías, vengan de donde vengan.

Por lo anterior, es necesario aumentar nuestras defensas corporales, para que nuestra integridad física no sea presa fácil de muchas enfermedades como la hipertensión, la diabetes, el hipotiroidismo, la obesidad, la ansiedad, el alzhéimer y todos esos desajustes mentales, que sufren especialmente hombres y mujeres de edad adulta.

Los médicos facultativos y los de la medicina tradicional de nuestros ancestros, nos recomiendan tener en cuenta: El dormir y descansar en la noche mínimo unas ocho horas. Al despertarnos ingerir jugos de naranja o limón mezclados con miel de abejas, canela y jengibre. Alimentos de carnes blancas como peces, que contengan altos niveles de Omega-3. Consumir frutas, hortalizas, verduras y legumbres frescas. Evitar los alimentos procesados, porque tienen gran cantidad de sodio, preservativos y muchas substancias cancerígenas. Tomar agua, al menos unos seis vasos al día. Que nuestra dieta diaria contenga menos azúcares, harinas y grasas.

Pero lo más importante, es buscar nuestra paz interior, que la lograremos haciendo de nuestro hogar un lugar en donde las relaciones humanas con nuestros seres queridos, se realicen en un ambiente de paz, amor, tranquilidad, sosiego, buenas noticias, solidaridad, ayuda mutua, respeto, solidaridad, diálogo constructivo y permanente. El compartir y programar actividades que nos nutran el alma y nuestro espíritu, especialmente con la oración y meditación comunitaria, porque la Iglesia Católica tiene sus sólidas raíces en cada uno de nuestros hogares. Así fluirá el Amor de Dios entre todos los hombres de la Tierra.

Finalmente, apliquemos lo que nos recomienda La Resiliencia, que nos enseña la capacidad de toda persona para hacer frente a un agente perturbador de nuestra paz y tranquilidad. Solo así los nariñenses saldremos victoriosos de la actual incertidumbre, para que un día no muy lejano nos volvamos a reencontrar.

Santiago de Cali, Agosto 23 de 2020

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