Por: Lisbeth Paola Barraza Escocia*
Definitivamente todos sin excepción somos responsables de cuidar a la infancia ante la violencia en todo tiempo y lugar. Establecer pasos para su seguridad, gestar e implementar alianzas de amigos para combatir las cifras en aumento de la violencia que están sufriendo niñas, niños y adolescentes en todo el país, como vemos día tras día cada vez más.
Interesa en esto, llevar información directamente a los salones de clases, docentes y padres de familia, sobre prevención, detección y denuncia del abuso infantil en todas sus modalidades, para lo que se requiere tiempo, dinero y esfuerzo y, si bien, las autoridades son empáticas con estas ideas, iniciativas, planes, proyectos y programas, importa que se traduzcan en realidad y que igualmente, de alguna forma reciban el apoyo irrestricto de la ciudadanía, empresariado y asociaciones civiles, lo que será motivo de agradecimiento por la sociedad entera, que debe sumarse con decisión y ayudar en la difusión de información, lo que es de vital importancia para dotar a niños, niñas y adolescentes de herramientas que les permitan identificar situaciones de riesgo y evitarlas.
Es hacer que todos sin excepción, repito, ayudemos a que la información llegue a todo el país, que la sociedad civil y todos los niveles y órganos de gobierno, desde el ejecutivo, legislativo y hasta el judicial, nos involucremos de manera decidida en esta grande como necesaria cruzada en favor de quienes encarnan el futuro del país.
Es penar en establecer, implantar e implementar un círculo de ejecución, donde todas las partes, no sólo la sociedad civil, entiendan que son necesarias para erradicar este terrible delito. Denunciar. Brindar orientación, especialmente cuando se necesita que las y los niños violentados, en ocasiones, se encuentren bajo resguardo de alguna institución o albergue y, en esos mismos, pueden sufrir violencia. Cuando los recursos destinados a la prevención, orientación e información ciudadana, no se están utilizando o se están utilizando para otros fines.
Si partiéramos de una simple lógica, estaríamos comprobando que más que políticos profesionales o ideologías, necesitamos también una sociedad civil que se comprometa para que ayude a impulsar las causas que la misma sociedad reclama. Niñas, niños y adolescentes son el presente y el futuro de esta gran nación. Entonces, para lograr el país que todos estamos anhelando, nuestro foco de interés debe ser, precisamente, la protección de la infancia desde todas las trincheras.
*Lideresa Social Comunitaria. Conferencista. Tallerista