Ruben Darío Ceballos Mendoza - jurista

Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*

Impulsarnos en mejor forma municipal y departamentalmente requiere no escatimar esfuerzos, ser auténticos, planificar, proyectar, avanzar, ser generosos y nobles de espíritu, nunca mezquinos, envidiosos ni ruines, bajas pasiones que vuelven a los que así piensan y actúan, más pequeños de lo que ya son, definitivamente diminutos, al ser personas desdichadas que carecen de lo necesario para ayudar a hacernos grandes. A nuestros gobernantes, cuando actúan con honestidad, pensando en progreso, crecer, merecen que les deseemos que les vaya bien y mejor, misma medida en que nos irá bien y mejor a todos, debiendo en tal itinerario fortalecernos democráticamente, aumentar nuestra capacidad de análisis y aupar porque nuestras administraciones trabajen en equipo con nuestras comunidades y altura de miras.

Ojalá nuestros mandatarios no sigan, como algunos lo hacen, gobernando egoístamente para pocos, que no para todos, sin dirección ni rumbo, administrando con ceguera, rencor y amargura, lo que los nubla y hace que no piensen, derivando en que digan y hagan disparates, cuando lo debido es que avancen con afirmativo y poderoso liderazgo hacia la consolidación de mayores éxitos por el bien de todos los pobladores, requeridos de positivas gestiones, al tiempo que reafirmen el compromiso de trabajar respeto a avanzar para alcanzar prosperidad, bienestar y seguridad. Ojalá se permitan nuestros mandatarios trabajar mano a mano con la comunidad por el bien de nuestras unidades administrativas, y que pasado como ad portas está su primer año de gobierno, entiendan que elecciones y campañas políticas deben quedar atrás, toda vez que lo que sigue es sumar en beneficio colectivo.

Si bien hay que respetar la opinión de todos, especialmente cuando su postura es ayudar a construir en la pluralidad y en democracia a los gobernantes que lo merecen, debemos adentrarnos en consecuencia y válidamente a reconocernos en la diversidad y establecer los diálogos que necesarios sean para alcanzar propósitos y objetivos comunes. No se trata de dar un cheque al portador, sino ser sabedores que la democracia debe garantizar a todos un entorno que respete los derechos humanos y las libertades fundamentales en el que se ejerce la voluntad libremente expresada por las personas y en tal medida todos podemos pedir rendición de cuentas a quien tome las decisiones.

Una cosa muy diferente a estos valores incorporados en la Declaración Universal de Derechos Humanos es la mezquindad, envidia, ruindad, la pobreza de espíritu y la mala entraña de todos aquellos que desean que no le vaya a bien a los gobernantes, y no se dan cuenta por su ceguera y pequeñez mental que irle a los mandatarios es irle más y peor a todos; de ahí que por el bien de nuestros municipios y departamento, de nuestras familias y de todos los pobladores, quiero desde el balcón de la reflexión, que ojalá nos alcancen en adelante los éxitos y sean sus gestiones las mejores para superar retos y desafíos. Es ello prueba para todos, gobernantes y gobernados, necesitados en realidad y verdad que se administren los sagrados recursos públicos de la mejor forma y manera, toda vez que necesitamos ser entes territoriales inmersos en integrales como válidos, necesarios y definidos progresos.

*Jurista. Columnista. rubenceballos56@gmail.com

¿Cómo le pareció el artículo?
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0

Por editor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *