Por: José Guillermo Claros Penna*
La seguridad puede considerarse como un estado de ausencia de peligros y de condiciones que puedan provocar daño físico, psicológico o material en los individuos y en la sociedad en general. Busca principalmente la gestión del riesgo, esto significa como actuar ante el mismo. Existen distintas acciones que se pueden tomar, pero es importante realizar siempre un análisis de riesgo para poder planificar la seguridad. El riesgo se puede aceptar, prevenir, transferir o mitigar; y, la seguridad pública, es aquella que implica que los ciudadanos de una misma región puedan convivir en armonía, cada uno respetando los derechos individuales del otro. El Estado es el garante de la seguridad pública y el máximo responsable a la hora de evitar las alteraciones del orden social, sentido en el cual es un servicio que debe ser universal, (tiene que alcanzar a todas las personas) para proteger la integridad física de los ciudadanos y sus bienes. Para esto, existen las fuerzas de seguridad (como la policía), que trabajan en conjunto con el Poder Judicial. Población, bien podemos definirla como un grupo de individuos de la misma especie que viven y se reproducen entre sí dentro de un área determinada.
Las mediciones estadísticas que realizan distintos medios e instancias nos permiten conocer aspectos que son importantes para la población relacionados con sus principales necesidades. Uno de ellos es la inseguridad que registramos y podemos ver en todos nuestros rincones, mismos que han merecido de manera constante la desaprobación de la ciudadanía, que la califica como mal y muy mal, lo que indica que el tratamiento que se le ha dado a esta demanda de seguridad pública no es el más adecuado, como tampoco el más efectivo, eficaz ni eficiente, lo que hace inseguro vivir en nuestros territorios citadinos y rurales.
Nuestras poblaciones están percibiendo la seguridad pública como un peligro latente, aspecto que va de la mano con lo financiero respecto a la atención que se le ha dado a esta problemática por parte de las administraciones públicas, al quedar revelados un sinnúmero de espacios físicos en los que la población se siente más insegura, como son los cajeros automáticos en la vía pública, el transporte público, las carreteras, los banco y demás otros sitios, cual de ello revistiendo superior peligrosidad. Otro aspecto importante es la manifestación de la población de haber visto o escuchado conductas delictivas o “antisociales” cerca de su domicilio en donde se relaciona con el consumo del alcohol en las calles; con robos o asaltos; con vandalismo en las viviendas o negocios; con venta o consumo de drogas, con disparos frecuentes con armas, entre otros registros, lo que es a todas luces lamentable.
La inseguridad es uno de los principales pendientes de las administraciones y es esperanza de la población que sea uno de los principales escenarios a mejorarla, ser ellas, las administraciones, más sensibles a las necesidades de la población y en el tema de la inseguridad que vivimos todos, edificar la planeación y las acciones correspondientes para vivir en un territorio seguro, como bien y mejor merecemos los pobladores todos de nuestros municipios, departamentos, regiones y país.
*Profesional en Ciencias Militares. Administrador de Empresas. Abogado. Master en Derecho Público. Candidato a Doctor en Derecho.