Por: Carlos Flórez Sarmiento*
Los cotidianos esfuerzos de las autoridades y en especial de la policía por lograr acercar habitantes e institución a grupos sociales no ha sido empresa fácil; no obstante, se han adelantado programas especiales con ese fin, tales como policía comunitaria, CAI, vigilancia por cuadrantes, frentes de seguridad; y en fin, muchos intentos en estricta dirección a armonizar un todo organizacional, para proveer ese camino que disuada con su talante todo tipo de delincuencia presente en las ciudades, atentando contra la propiedad, el orden, la moral, la paz y la convivencia ciudadana.
Estos programas deben funcionar y complementarse de manera permanente y continua, así como articularlos para potenciar los resultados que se buscan y quieren. Trabajo realmente duro por la apatía que en varias zonas presentan los habitantes, pero la constancia y compromiso de los componentes policiales debe superar tal apatía, tarea que debe acompañarse de la tecnología, a efecto que dé resultados que alienten y llamen a la esperanza. Es por ello qué, desde esta columna, queremos invitar a la ciudadanía y comunidad en general a escuchar los llamados del ente policial y organizar grupos que con su presencia desanimen cualquier interés delictivo en su contra.
Algunas de esas actividades que motivan y fraternizan las comunidades, son los acuerdos para proteger la tranquilidad del vecindario, manteniendo respeto fraternal con los vecinos, evitando actividades que puedan generar inseguridad o malestar en el entorno, situaciones que se catalizan con información previa a fin de evitar sorprender los habitantes. La solidaridad con los mayores es un bien común de la colectividad, grupos sociales que veneran, respetan y apoyan a los discapacitados y personas de la tercera edad. Es construir una solidaridad ejemplar, respetada. Y si de seguridad se trata, estas personas pueden brindar una ayuda permanente a la organización, por lo que es importante darles oportunidad de colaborar en trabajos a favor de los programas que se adelanten, lo que será sin duda una ganancia estratégica.
Otra herramienta muy importante, o tal vez la de mayor valor, es el conocimiento entre los vecinos. El acercamiento se logrará cuando se rompan las barreras de la distancia y la manera más fácil de lograrlo es a través del diálogo. Es en este escenario donde juegan papel preponderante los miembros policiales, por ser los encargados de facilitar encuentros amistosos y coloquiales, donde se van tejiendo los compromisos para bien de la comunidad, saber quién es su vecino, cuál su ocupación o profesión, a más de la conformación familiar. Ello permite lograr una empatía que conduzca a fraternidad y amistad generosa e incondicional.
Los aspectos someramente tratados en los puntos anteriores contienen un alto componente de compromiso en seguridad; la fortaleza que implica la organización de un grupo social es incalculable, pues convierte los equipos en fuentes inexpugnables, haciendo conocer su existencia por la delincuencia, obligándola a tomar distancia de estas organizaciones cívico-policiales.
*Abogado. Especializado en Derecho Administrativo. Magister en Seguridad. Ex Edil de Usaquén. Candidato al Concejo de Bogotá