Por: Uriel Ortiz Soto (*)
Es urgente, que las autoridades inicien cuanto antes, campaña, para poner fin a la ola de feminicidios en Colombia, donde están ocurriendo dos casos en promedio, cada 48 horas; fuera de los que no se denuncian por ignorancia o por temor a ser asesinadas por sus esposos o amantes.
Pero, lo más aterrador son los casos de las mujeres, que tienen que padecer en silencio, los maltratos, humillaciones y vejaciones, por temor a ser asesinadas por sus esposos o compañeros de convivencia.
Nadie entiende, el por qué estas bestias humanas, se ensañan contra la mujer,
Que a decir verdad, son: la máxima de expresión de vida; si no fuera por ellas, nuestra existencia, sería un escenario permanente de violencia.
Hay feminicidios, que indignan y ponen los pelos de punta a toda una comunidad; lo que acaba de ocurrir en Rio negro – Antioquia, cuando un desalmado padre, por discrepancias con su cónyuge, asesina a su hija de 18 meses, es un estado de alerta más, para que las autoridades tengan en cuenta, que los niños, hijos de hogares violentos, pueden ser víctimas de crímenes atroces, cometidos por uno de sus progenitores, como retaliación por el rompimiento marital.
Los niños hijos de hogares en discordia, se vuelven huidizos, retraídos, no dan buen rendimiento académico, muchas veces, terminan sumidos en la droga, vinculados a bandas criminales, cuando no es que se tornan violentos y terminan por suicidarse.
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¿Será que la salida del closet de la población gay, ha dado pie para que las manifestaciones sexuales diversas, tomen más fuerza y se manifiesten en forma cínica y descarada, ante los cónyuges que continúan siendo fieles a los preceptos matrimoniales o de sana convivencia?
Está bien que esto hubiese ocurrido y tenga protección jurídica, al permitirse el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero, está muy mal, que se ensañen contra quienes son víctimas de un rompimiento matrimonial, en circunstancias tan dolorosas para una de las partes.
Es entendido que sobre este aspecto existe muy poca cultura y quienes optan por conseguir pareja de sexo diverso a su matrimonio, no deberían hacerlo, a espaldas de su cónyuge, con el fin de evitar conflictos de pareja y sorpresas en el futuro, cuando uno de ellos fallece y la pareja gay se presenta a reclamar derechos, que ya tienen protección jurídica.
Qué vergüenza, que nuestro País, registre uno de los mayores índices de feminicidios en el mundo, pareciera, que el machismo, está a la orden del día y la irresponsabilidad en ciertos casos, cuando se presenta maltrato en sumo grado, muchas veces con el asesinato de las víctimas; deben ser declarados crímenes de lesa humanidad.
Es triste tener que escribir esta columna en vísperas de navidad, para denunciar, la terrible ola de feminicidios que está azotando a nuestro País, lamentablemente, sobre este hecho se está hablando demasiado por respetables medios, pero, a nadie se le ha ocurrido plantear soluciones concretas, con el fin de acabar con tan terrible flagelo.
La mujer, máxima expresión de verdad y vida, en cientos de casos registrados en todos los estratos sociales, áreas urbanas y rurales; es humillada, maltratada, vejada y en muchos casos asesinada, por sus propios esposos, compañeros sentimentales o simplemente de convivencia.
En cualquiera de las anteriores circunstancias, no existe ninguna justificación, para que el machismo violento, sangrante, desmedido y asesino, se ensañe contra la mujer, que repetimos, es la máxima expresión de la verdad y la vida para todo los seres del planeta tierra.
Cuántas mujeres, recibirán en este año, al niño Dios, con el corazón lacerado y triste por la violencia y el abandono, puesto que en su hogar, solo existe la ruina del amor y la crueldad, propiciada por quien en un momento dado, fueron el amor de su vida y hoy se convirtieron en sus principales verdugos, muchas veces sin justificación alguna, sin que hasta el momento medie el diálogo, para encontrar salida a tan caótica situación.
Para controlar la ola de feminicidios, considero, que hace falta, mucha pedagogía y concientización para las partes, donde conferencistas expertos en estas lides, concienticen tanto a hombres como a mujeres, sin importar su estado civil, de cuál debe ser su comportamiento, cuando descubran que su esposo o esposa, decide entrar en convivencia con otra persona de su mismo sexo.
Falta también mucha información en los casos de feminicidios que se presentan, estos deben ser tratados desde el punto de vista social, de convivencia y sexológico; con el fin de buscar salidas de conveniencia para las partes.
Sin embargo, Son muchas otras las causas que conducen al feminicidio, cómo: la situación económica, el desempleo, pero, también, el aislamiento a que estamos sometidos, por causa del Covid 19, entre muchos otros casos.