Por Carlos Villota Santacruz*
«Salí de Venezuela hace más de diez años con un maletín, cuatro botellas de agua y galletas», dice Natalia Pérez una caraqueña que reside en Colombia, hace mas de año y medio.
Como ella, son más tres mil ciudadanos venezolanos que retornan a su país con la esperanza de libertad. «Tengo el sueño que llegue la libertad. Que Edmundo González sea presidente. Que termine la horrible noche de más de 25 años del chavismo, dice con lágrimas en los ojos.
Esta es la radiografía que se vive en las carreteras y los aeropuertos en Colombia con la mira puesta en la ciudad de Caracas, Barinas o Isla Margarita. «El único propósito votar el domingo en la elección presidencial. La meta ciudad y salvaguardar el voto».
Las redes sociales, e-mail y llamadas de venezolanos residentes en Colombia, dan cuenta que el régimen de Nicolás Maduro prohibido el ingreso del ex presidente de Argentina Alberto Fernández como observador internacional. Igual suerte corrieron más de un centenar de periodistas extranjeros en el aeropuerto de Maiquetía. «No sé qué está tramando el régimen de Maduro. Tal vez un mega fraude digital», dice Óscar Fonseca un arquitecto que se quedó sin empleo en la ciudad de Barinas, tras la llegada del «chavismo» al poder.
Para nadie es un secreto que «todos los ojos están puestos en Venezuela en las próximas horas. La gran pregunta es: ¿qué pasará con el conteo de los votos? ¿Será limpia la cita en las urnas? ¿Aparecerá la violencia? Se registrara una transición a la democracia tranquila?
Desde el análisis de la comunicación política todo puede pasar en Venezuela. Donde no hay Estado. Donde la inseguridad, la pobreza y la corrupción son el idioma para niños y jóvenes que no conocen el país en «libertad».
La revista «Time» desde Inglaterra calificó a María Corina Machado como la «Dama de Hierro». Ha logrado superar muchos obstáculos y tocar el «corazón de sus compatriotas dentro y fuera del país».
El «tsunami de los venezolanos y venezolanas que piden el regreso de la democracia, supera todo el análisis de los medios de comunicación del mundo. Es un sentimiento puro desde la dignidad de cada persona que emigró. De cada historia.
Durante 25 años, un poco más de 7 millones de venezolanos salieron del país para buscar una mejor calidad de vida. Colombia se convirtió en su segunda «casa».
Algunos construyeron familia con raíces en la tierra del café, la salsa y los carnavales de Barranquilla y de Blancos y Negros de la ciudad de Pasto.
El comprador, el celular y la página en blanco serán el puente para contarle al planeta que pasará en Venezuela. Lo único cierto, es que en condición normal electoral, el voto de cada ciudadano es vital para el presente y futuro de uno de los países con más riqueza en materia de hidrocarburos: Venezuela.
*Carlos Villota. Internacionalista, experto en marketing político, marketing de ciudad, periodista. Escritor Coautor del libro Gobierne bien y hágalo saber E mail carlosaugustovillotasantacruz@gmail.com