Por: Anny Margarita Heerrera Villa*
La eficiencia se refiere a la capacidad de realizar una tarea o alcanzar un objetivo con la menor cantidad de recursos y esfuerzo posible. Comprende aprovechar al máximo los recursos disponibles y minimizar el desperdicio. Es esencial en la optimización de procesos y en la obtención de resultados positivos en un período de tiempo razonable. Principio clave en la gestión y la organización de actividades. Va más allá de simplemente completar tareas y se enfoca en lograr los mejores resultados con los recursos disponibles. Involucra la planificación cuidadosa, la asignación adecuada de recursos y la eliminación de pasos innecesarios para alcanzar metas específicas. También capacidad de realizar una tarea o alcanzar un objetivo de manera económica y con un uso óptimo de los recursos disponibles. Igualmente, minimizar costos, tiempo y esfuerzos necesarios para obtener resultados satisfactorios. Es una característica deseada en múltiples contextos, desde la producción industrial hasta la toma de decisiones personales. Conceptualmente, gira en torno a la optimización y la productividad, lo mismo que trata de encontrar la mejor manera de hacer las cosas, identificando los métodos más efectivos, los procesos más ágiles para lograr los objetivos, la reducción de redundancias y la eliminación de actividades que no contribuyen directamente a la consecución de resultados.
La política debe trabajar eficientemente para el pueblo, en función de lo que una estructura organizacional le permita hacer de manera objetiva y adecuada, enmarcada en acciones cuantificables que permitan su continuidad. No es realizar las cosas por urgencia y necesidad (sin que haya que olvidarlas), como resultado de una crisis o evento latente que culmina en una conmoción social o tragedia comunitaria. Las soluciones que se encuentran a cada problema son en extremo costosas y sobre todo ineficientes si se las desea mantener pensando en una medida definitiva, lo que obliga tener una proyección adecuada de crecimiento en todos los ámbitos que lleven a la realización de lo importante. Interesa poseer una planificación macro, desarrollada con horizontes de cumplimiento de 20 a 30 años, con la ejecución de hitos, metas, objetivos, indicadores y demás elementos básicos para poder edificar un grupo de proyectos.
Sin embargo, bien dicen expertos, la misma jamás se cumple o se considera para tomar decisiones. Esto se debe a que cada vez que se diseña un plan, se basa en las creencias de un líder o grupo político de turno, o en la conveniencia de grupos empresariales que manejan las riendas del país, pero carecen casi siempre de un criterio técnico adecuado y de una proyección sostenible en el tiempo. Y en el mejor de los casos, casi siempre los criterios técnicos se adecúan o se ciñen a los intereses empresariales y económicos del grupo de poder de turno, usando al pueblo como bandera falsa
Igualmente sostienen dada esta realidad que para nadie es ajena y de cierto modo unos lo comprenden más que otros, debemos creer que es tiempo de realizar un cambio profundo en el Estado que debe nacer en la contratación de una consultoría especializada que rediseñe los planes de gobierno del país con horizontes temporales de mediano y largo plazo y sea llevado a cabo por una empresa que posea profesionales expeditos y probados en el desarrollo de políticas que se orienten al desarrollo industrial y económico.
De igual manera, una vez se tenga esta planificación, cuantificable y con objetivos medibles, se debe rediseñar la estructura estatal para permitir fluidez entre sus instituciones de manera ordenada, segura y sin corrupción, ya que no podemos seguir avanzando con la distribución actual del país, basado en poderes que más que guías para el pueblo son un verdadero caos.
*Ingeniera Industrial. Especializada en Proyectos de Desarrollo.