Por: Martín Nicolás Parolari*
Descubre cómo vivió, qué comía y qué nos dice su descubrimiento sobre nuestro pasado evolutivo. Este 2024, hace 50 años, un hallazgo inesperado en Etiopía cambió nuestra comprensión sobre los orígenes de la humanidad. Lucy, un esqueleto de 3,2 millones de años, reveló pistas fascinantes sobre la evolución de los homínidos y dejó una huella imborrable en la historia científica.
Un descubrimiento revolucionario. En noviembre de 1974, el paleoantropólogo Donald Johanson encontró restos óseos en la región de Afar, Etiopía. Lo que parecía un hallazgo menor resultó ser un esqueleto excepcionalmente bien conservado, con un 40% de sus huesos intactos. Bautizada como Lucy por la canción Lucy in the Sky with Diamonds, este Australopithecus afarensis se convirtió en el fósil más antiguo y completo descubierto hasta entonces. Su análisis confirmó que caminaba erguida, lo que la posicionó como un eslabón clave en la evolución humana.
¿Cómo era Lucy? Lucy tenía características mixtas: Cráneo y mandíbula: Similares a los de los simios, con un cerebro del tamaño de un chimpancé. Postura erguida: Su pelvis, rodillas y tobillos confirmaron que caminaba en dos pies. Tamaño reducido: Era pequeña, lo que sugiere diferencias significativas entre machos y hembras de su especie. Aunque caminaba, también pasaba tiempo en los árboles, posiblemente para buscar alimento o escapar de depredadores.
Dieta y herramientas primitivas. La dieta de Lucy incluía frutas, pastos y posiblemente carne, según marcas encontradas en huesos cercanos. Aunque no se han hallado herramientas asociadas directamente a su especie, evidencias sugieren que podría haber utilizado piedras simples para procesar alimentos.
Vida social y ciclo de vida. Lucy probablemente vivía en pequeños grupos sociales dominados por machos, similares a los gorilas. Su infancia era breve y alcanzaba la adultez rápidamente. Se estima que murió joven, a los 12 años, lo que contrasta con el desarrollo lento de los humanos modernos. Su lugar en el árbol evolutivo. Aunque Lucy fue considerada un ancestro directo de los humanos, estudios recientes indican que la evolución no fue lineal. Muchas especies de homínidos coexistieron, mezclándose y extinguiéndose. Lucy representa una rama significativa, pero no definitiva, de nuestra historia evolutiva.
El legado de Lucy. El descubrimiento de Lucy marcó un antes y un después en la paleoantropología. Inspiró nuevas exploraciones que llevaron al hallazgo de especies como el Ardipithecus y el A. sediba. A pesar de que se han encontrado fósiles más antiguos y completos desde entonces, Lucy sigue siendo un ícono en el estudio de la evolución humana. Su historia continúa siendo fuente de inspiración para investigadores que buscan desentrañar los misterios de nuestro pasado.
*Comunicador Social. Periodista Comunitario. Líder de Proyecto en Redes.