JOSÉ MANUEL HERRERA VILLA

Por: José Manuel Herrera Villa*

La motivación, como significado, nos indica cómo influir en el ánimo de alguien para que proceda de un determinado modo. Psicológicamente, la motivación puede definirse como el proceso que activa y dirige la conducta de un organismo hacia una meta concreta, la emoción por ejemplo es un proceso psicológico especialmente complejo que influye en nuestra propia conducta. En general, motivo es el impulso que lleva a la persona a actuar de determinada manera, es decir que da origen a un comportamiento específico. Este impulso a la acción puede ser provocado por un estímulo externo, que proviene del ambiente, o generado internamente por procesos mentales del individuo.

Claro es hoy que, en cualquier nivel profesional, se impulsa con un verdadero liderazgo y no sólo por jerarquía. En principio en el país se logró arraigar el estilo de liderazgo transaccional, destacando como característica, un intercambio previamente acordado entre el líder y sus seguidores. Por su parte el liderazgo transformacional, reduce el interés en los procesos racionales y se enfoca más en los aspectos emocionales y simbólicos, en el impacto que tiene el líder en los valores, emociones y motivaciones de los seguidores y no sólo en su comportamiento, lo que lo hace de alcance pleno, y es un proceso mediante el cual el líder, preocupándose por elevar las probabilidades de éxito del seguidor y su nivel de conciencia sobre la importancia y valor de los resultados que se esperan alcanzar, lo motiva a un esfuerzo adicional, que lo lleva a desempeñarse más allá de las expectativas, por lo que no se trata sólo de una transacción, sino que va en la búsqueda y procura de trasformar.

En esta consideración, hallazgos surgidos de investigaciones cuantitativas, señalan que los estilos de liderazgo en la administración pública, deben adquirir relevancia en estos tiempos, debido a que el liderazgo transformacional debe estar presente en cualquier sociedad y tipo de organización, en la certeza que los resultados demostrarán que utilizar comportamientos de dicho modelo, incrementará en un importante porcentaje la eficacia percibida del líder y el esfuerzo extra de los seguidores, así como un desempeño general. Los elementos transformacionales en consecuencia deben ser utilizados en todos los niveles del gobierno y ser más frecuentes, por lo que resulta importante la capacitación.

Resulta, por tanto, que para cualquier administración, incluida la pública, es recomendable conocer y reforzar el modelo de liderazgo transformacional en sus políticos y servidores públicos y, en cuanto a las situaciones de emergencia como la que vivimos por la inseguridad, tener en consideración la posibilidad de que los ciudadanos puedan atribuirla a los liderazgos actuales y, para remediarlo, estar buscando nuevos actores que la puedan enfrentar.

*Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Formulación, Evaluación y Gerencia de Proyectos de Desarrollo

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