Blaicer Moreno Córdoba

Por: Blaicer Moreno Córdoba*

Como demócratas tenemos que nutrirnos siempre de fortalezas y ser capaces de infundir ánimos en los más escépticos, ir contra quienes sin fundamento alguno alardean tempestades indetenibles, prometen episodios de venganza, descalifican, señalan patentes incapacidades para gobernar sin argumentos, amenazan con intervenir la economía y ambientan poderosas complejidades de corrupción; cuando lo que necesitamos como unidad territorial es aupar todos a una por adentrarnos en caminos de desarrollo, reordenamiento y crecimiento económico con claras reglas de juego que definan y redefinan el porvenir de este nuestro municipio en el que debemos y tenemos que confiar y enrutarnos decidida como decisivamente en una convivencia, integración, cohesión social, alegría y tranquilidad, que nos permita pensar más fuertes en contexto social y en apoyo de las aspiraciones de progreso que todos tenemos.

En medio de este bosquejo de aspiraciones, tenemos que darnos a la tarea de avanzar, de construir sobre lo construido, de condenar lo dañoso, perverso, perniciosos y contradictorio respecto de los intereses superiores de la comunidad, a efecto de no sumarle tribulaciones a los caminos de excelencia que queremos y soportar debemos en indicadores que evidencien nuestro potencial social y económico, servicios públicos, seguridad alimentaria y caminar seguros en la búsqueda y procura de salidas definitivamente liberadoras.

Tenemos que aprender de la mejores razones, aplicarlo, borrar todo vestigio de incertidumbre, buscar positivas redenciones, bienestar y prosperidad. Pensar en la importancia de producir, en la capacidad de ser productivos, generar riqueza, empleos y trabajos, respetar la libertad de opinión, superar la pobreza, propugnar por las ideas colectivistas, trabajar en equipo, hacer que los caminos no son sean sendas de tortura.

Empresarios y trabajadores saben de la necesidad de crecer, de aumentar las fuentes de trabajo, crear los bienes necesarios para vivir, visibilizar experiencias, fomentar talleres de trabajo, apuntalar iniciativas, fábricas e industrias que capaces sean de generar en grande empleo, trabajo, ingresos y beneficios que la gente requiere para vivir. Ir tras una economía que se forje con el impulso de los ingresos mancomunados que proporcionen mejores maneras de vivir, y que la ambición sin frenos sea no para la corrupción, sino para consolidar el beneficio colectivo.

Tenemos que ser una sociedad en capacidad de derrotar el hambre y la pobreza, la equidad y la desigualdad, generar beneficios, superar adversidades, trabajar incansablemente como medio para crear riquezas, estructurar modos más eficiente de producción y competitividad, recorrer caminos mejores de progreso, iniciar una nueva era que nos convierta en actores responsables y fundamentales de nuestra historia, tener un grande nivel de conciencia, sentido de pertenencia, ir tras las posibilidades de ser y existir con probabilidades, contener todo lo cual dentro de nosotros como unasde las fuerzas principales a desarrollar.

*Administrador de Empresas. Especializado en Proyectos de Desarrollo. Asesor y Consultor Político y Empresarial. Columnista

TEMA ENLAZADO: LA TAREA DE RECONSTRUIRNOS Y AVANZAR (II)

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