ricardo-villa-sanchez. Jurista, con amplia experiencia y formación en cargos técnicos de dirección

Por: Ricardo Villa Sánchez*

Cuando leí el comunicado que emitieron las ACSN, el pasado viernes,  luego de un episodio de enfrentamiento con la fuerza pública, pensé en que más que el hecho de una eventual, y poco clara interpretación, sobre la suspensión de las conversaciones con este grupo delincuencial organizado, ellos reafirmaban de manera pública, su voluntad de paz, para llegar a compromisos con el Estado colombiano, que conlleven a que, con la concurrencia de los actores claves comprometidos con el desarrollo humano , la justicia social y ambiental, la democracia, la paz y la reconciliación, en el equilibrio del planeta, se avance hacia la consolidación del Estado social de derecho, con seguridad humana, paz con la naturaleza, protección reforzada a los menores de edad frente a la delincuencia, desescalamiento de las violencias, desmonte del paramilitarismo y su tránsito a la vida civil, y sobre todo, presencia del Estado, garantizando seguridad humana, libertad política, ciudadanía activa, y fortalecimiento del poder y de la economía popular. Todo esto suena a un sueño, pero es la bisagra de un proceso de paz, en la Sierra Nevada de Santa Marta.

El anhelo de paz es más fuerte que el de la violencia en nuestra Sierra Nevada. Juntos podemos construir una potencia de paz, que nos una, en el propósito común de avanzar hacia el progreso, la justicia social, robustecer el gobierno propio étnico, feminizar la paz, liberar el turismo, reordenar el territorio alrededor del cuidado máximo del agua, avanzar en la reforma agraria integral, saber la verdad, luchar contra la corrupción y el narcotráfico, para vigorizar lo público, y poner al ser humano en el centro de las preocupaciones del Estado.

El 1 de abril de 2025, se emitió la Resolución 091, en la que el Presidente de la República, ordena se reconozcan a miembros representantes de las autodenominadas Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, para participar en el espacio de conversación socio jurídico, que se autorizó adelantar, con esta estructura armada de crimen de alto impacto, en el marco jurídico de la política estatal de paz. En el pasado reciente, y con un plazo establecido, ya se habían autorizado a otros miembros representantes, resoluciones que quedaron sin efecto, con la emisión de este nuevo acto administrativo del ejecutivo. A partir de este reconocimiento, es necesario aclarar que las suspensiones de órdenes de captura, las negociaciones de culpabilidad, preacuerdos, principio de oportunidad, y demás beneficios punitivos que se contemplen en la justicia ordinaria penal, se tramitan a través de la Rama Judicial, en especial por la Fiscalía General de la Nación.  Estamos a la espera de esta decisión.

Cada cosa tiene su momento y su lugar, decían los viejos, y cada día tiene su afán. No es necesario que se alineen los astros, pero si que se logre una gobernanza democrática en el territorio, en la que cedan poder los actores delincuenciales y armados, participen con corresponsabilidad y compromiso, los actores claves, y concurran al proceso, en un gana-gana para la región. Además, también el proceso de transformación, aún cuenta con “enemigos agazapados” de la paz, como diría el maestro Otto Morales Benítez, en algunos casos, de frente mar. Para la muestra, varios botones: el bloqueo institucional, el rechazo del Congreso de la República a la ley de financiamiento y a las reformas sociales, la apuesta en el pasado de hacer “trizas la paz”, el olvido, atraso y desidia, para convertir a la eco región Sierra Nevada de Santa marta, en un símbolo de progreso.

Reconstruir un capitalismo del desastre, no se hace en un día, pero tampoco puede ser flor de un día. Todo esto, demanda de un proceso de transformación territorial, holística, que no sólo parte de cemento y seguridad física, sino de cambios estructurales, como lo afirmaron los líderes campesinos, que también se pronunciaron. La conversación es ser plural, con la ciudadanía, en su conjunto, en la zona de influencia del proceso. Llegar a acuerdos, de buena fe. Avanzar en consensos, que posibiliten la decisión colectiva de participar, entre todos, de este proyecto colectivo de cambio, que, desde el poder popular, nos demuestre que la paz es posible, en el corazón del mundo.

El diálogo social no se suspende. Con todas y con todos. La voluntad de paz sigue viva. Vamos firmes en el avance de la agenda de construcción colectiva de la Paz en la Sierra Nevada, para que vuelva a ser una potencia de la vida. Si se puede. En Nariño ya los autodenominados Comuneros del Sur, entregaron, y se destruyeron, la mayoría de sus elementos bélicos, lo que implica un salto de calidad, hacia la paz total. En el Congreso Nacional por la Paz, la comunidad internacional, las plataformas de derechos humanos y líderes sociales y políticos, clamaron porque se reinstalen los diálogos de paz con el ELN. El pueblo soberano, en mayoría, se une alrededor del sí a las reformas sociales, con la Consulta Popular. La idea de la Paz se viraliza. Continuemos buscando caminos humanitarios, democráticos y de convergencias, para que cambiemos juntos a la Sierra Nevada de Santa Marta.

 *Abogado Especializado. Magister. Candidato a Doctor en Derecho. Académico. Conferenciante. Escritor. Columnista

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