Por: Carlos Flórez Sarmiento*
Se critica profusamente y con no poca razón en redes y medios de difusión, la risa, chistes algunas veces, frases desafortunadas, posturas que rayan en estupidez, cretinismo, descaro y cinismo, así como la impavidez muchas veces del Ministro de la Defensa, cuando se le pide opinión o se le cuestiona por la problemática generada por la inseguridad en el país. Que ese es el precio que tenemos que pagar como sociedad si paz total queremos, que no es dable disculparse por nada ni con nadie, que todo obedece a una conjura por parte de quienes no están de acuerdo con el actual gobierno, que no son los casos acontecidos a lo largo y ancho del país en el último año cuestiones que merezcan mayor atención por cuanto son otras las prioridades en esta asignatura; en fin, nunca le ha entrado ni centrado al fondo del asunto, más sí eludiendo y evadiendo su responsabilidad y la que al gobierno en su conjunto compete.
En términos reales, considero que sí debe al menos ofrecer disculpas a los familiares y ciudadanía en general por las acciones criminales tan absurdas cometidas por las distintas organizaciones al margen de la ley de distinta naturaleza, origen y propósitos que campean libremente a sus anchas a lo largo y ancho de la geografía patria, que a medida que avanza el tiempo de este fallido gobierno, se ve amenazada con desaparecer el país. Vivimos dramas terribles que son responsabilidad única e ineludible del gobierno, que es el que puede evitarlo, así se quiera argumentar que se tratan de hechos inevitables, aislados, pero que sabemos que no es verdad. Casos todos los reportados, unos contra la Fuerza Pública y los más contra víctimas sin ninguna relación con el crimen organizado ni con la disputa entre los mismos.
El inefable Ministro va siempre más allá de toda sindéresis, al sostener que no hay en el país la inseguridad que se cree, que es ella apenas una mala percepción, no obstante saberse que dúa tras día aparecen nuevos grupos delincuenciales y otras facciones criminales que se repiten en escena una vez reagrupados, lo que viene sucediéndose peligrosa como amenazantemente en todos los confines del país con sellos de violencia extrema, sin nadie quien dé cuenta de tales atrocidades.
El hecho es que de una parte aparecen y de otra se están regenerando varios grupos criminales, sobre todo los que provienen de organizaciones supuestamente desaparecidas que vienen delinquiendo, también otras renaciendo en distintos lugares, incluyendo sus áreas naturales que parecen estar más fuertes que antes y más contundentes que nunca, lo que se evidencia con su actuación en los más de los municipios del país, donde por lo menos delinque más de un grupo criminal; siendo Bogotá la ciudad que mayormente viene siendo afectada por estos delincuentes de marca mayor, que tienen azotada hasta límites de incertidumbre, temor y miedo superlativo a la ciudadanía y comunidad toda, como consecuencia directa de balazos que no de abrazos, reflejo del creciente empoderamiento criminal derivado de la inacción gubernamental tanto nacional como local lo que nos indica a las claras que es lo cual una generalizada situación no está para bromas de nadie, ya que no es lo que aconteciendo está juego de niños.
*Abogado. Especializado en Derecho Administrativo. Magister en Seguridad. Ex Edil de Usaquén. Candidato al Concejo de Bogotá