Ruben Darío Ceballos Mendoza

Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*

Empiezo estas líneas clamando al Creador por que seamos gobernados y cogobernados público administrativamente desde la sindéresis en nuestros territorios locales, municipales y departamentales, además de bien gestionados y mejor gerenciados, en dirección a jalonar con decisión, transparencia y sin asomo alguno de corrupción, todo cuanto atinente sea y concierna a desarrollo, crecimiento, progreso, prosperidad y general bienestar, en lo que importará ser valientes y resilientes en alto grado, con la mira puesta en avanzar conjuntamente con todas y cada una de las fuerzas vivas que de una u otra forma y manera actúen e interactúen en nuestros territorios.

Interesa en lo dicho, encontrar los remedios mejores para combatir incertidumbres, polarizaciones, improvisaciones, imprevisiones, imprecisiones, inflación, inestabilidad, atraso y demás otras muchas falencias que nos aquejan, a pesar de estar viviendo en un mundo más rico hoy que ayer, a juzgar por el aumento orbital del Producto Interno Bruto / PIB, que se viene dando desde el último cuarto del S XX. Igualmente es el de hoy un mundo más diverso en el que se han generado avances impresionantes en cuanto a salud, educación y tecnología, aunque no todos nos hemos beneficiado como correspondería; y si bien la integración económica ha ayudado a millones de seres a mejorar situación económica, salud y productividad, otro tanto o más sufren aún trastornos, pobreza e inequidad, haciéndoseles duro el camino hacia el progreso; razón por la que aspiramos y esperamos sea lo cual en poco tiempo cosa del pasado.

Atrás deberán quedar los períodos de turbulencias, los shocks, las crisis de la deuda que acusamos en lo financiero y alto costo de vida. Es apuntalar sólidos cimientos e ir de una vez por todas tras una historia de progreso extraordinario e ininterrumpido que nos cambie y transforme en positivo, en lo que ayudarán los grandes y vertiginosos avances de los que estamos siendo testigos y no se nos está permitido evadir ni eludir, so pena de quedar rezagados a la vera del camino. las ventajas de la transformación y gestionar los riesgos que traerá consigo sin duda alguna.

No será lo cual algo simple ni sencillo, más bien un algo complicado, de pronto lento y hasta desigual, pero es el desafío que existe y hay que superar con creces, lo que requiere previsión y fortaleza; más, por cuanto las secuelas económicas que venimos arrastrando son una realidad que nos afectan, por lo que no podemos permitirnos divergencias sino darnos las manos regional, nacional e internacionalmente, a fin de no seguir siendo agravados por fragmentaciones ni fragilidades, que solo conducen a puntos críticos, cuando lo que importa es de manera esencial es progresar para cerrar brechas con las economías más avanzadas y en la generación de crecimiento con solvencia en empleo y trabajo.

*Jurista rubenceballos56@gmail.com

TEMA ENLAZADO:LA ESPERANZA DE SER BIEN GOBERNADOS (II)

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