JOSÉ MANUEL HERRERA VILLA

Por: José Manuel Herrera Villa*

Nos encontramos como país en una situación en la que es necesario que todos los actores procedan con transparencia y claridad porque es el porvenir de todos los colombianos el que está en riesgo. Hoy la mayoría de los colombianos ve un panorama, un horizonte incierto, terrible, fatal, debido a la serie de absurdas y erróneas decisiones que se vienen tomando desde el Ejecutivo. Nada tiene claridad. Todo es inexacto y confuso. No has lineamientos ni derroteros definidos, La improvisación hace ola. Los funcionarios nombrados saben más de todo y de nada que respecto de lo pertinente a los cargos en los que han sido asignados, lo que los convierte en ignorantes supinos. Vamos al garete. Estamos a la topa tolondra.

No tenemos un gobierno que acierte. Más sí, arbitrario, demagógico, populista, tirano, autoritario y dictatorial. Ausentes son las oportunidades. Ni siquiera se atiende lo urgente y mucho menos lo importante. Importaría que se establecieran de manear permanente mesas de trabajo que monitoreen lo que pasando está en el país, a efecto que se trate de orientar en mejor forma y manera el destino mismo del país.

Daño y mucho nos viene haciendo la polarización, la falta de transparencia y claridad que se requieren para un mejor andar institucional que además permita la concertación sobre los derroteros mejores y superiores que necesita el país; por lo que una buena puesta en marcha sería que entre el gobierno nacional, organismos de control y los gremios soliciten a investigadores y académicos un análisis detallado, integral, exhaustivo y completo sobre la verdadera situación del país que permitan un adecuado ajuste en todos los campos, áreas y niveles. De igual manera, ir con premura manifiesta tras la búsqueda y procura de un equilibrio financiero, en la verdad que es s imperativo definir para todos los recursos financieros suficientes y sostenibles para el funcionamiento del país dentro del marco fiscal de mediano y largo plazo, con base en proyecciones de ingresos, a efecto de garantizar el bienestar a todos y cada uno de los pobladores el país.

Acuerdos fundamentales necesitamos en el país, a fin de no sucumbir, aportar ideas válidas, tener una democracia sólida, que opere la justicia, se combata a fondo la corrupción, ya que el riesgo de corromper las instituciones está latente entre nosotros; por un lado, el narcotráfico con su dinero y por la fuerza imponiendo sus intereses, y por otro, politiquería, burocracia y también dinero. No tenemos cimentada la solidaridad, lo que obliga un acuerdo hacia la ley para conseguir la convivencia; más cundo partidos políticos e instituciones han caído en un mercantilismo legal en el cual cada uno interpreta, modifica y aplica la ley a su arbitrio, por lo que concierna volver a que la ley recobre su vigencia como una condición para retomar la concordia nacional.

Además de acordar sobre la ley, importa hacerlo sobre la moral, lo que debe ser un propósito nacional; la recuperación de la ética y el combate de la corrupción debe ser un propósito ciudadano debidamente arropado por los medios. Una recuperación de la ley y la moral desembocaría en una recuperación de la justicia en donde se rompa con el clima de impunidad y se vuelva a predicar este servicio público como el primero.

Acordar también sobre la economía y la ecología, especialmente por cuanto los partidos políticos han olvidado los debates económicos sin darse cuenta que sobre ella gira el porvenir de una nación; puesto que integrarse al mundo y generar prosperidad económica es una labor en la cual las ideologías deben quedar de lado, el empobrecimiento es un fracaso al cual no se puede estar sometido. De la misma manera, sustancial como necesario es reflexionar a fondo en torno a la preservación del medio ambiente, ya que la conciencia de un mejor porvenir pasa por que seamos conscientes del cuidado de la naturaleza, y el problema es que los partidos no están pensando en ello, ya que el clientelismo absurdo ha absorbido todas sus energías.

Mas que nunca tenemos una sociedad fragmentada, lo que impone acuerdos fundamentales para rescatarlo todo, empezar a generar solidaridad y caminar conjuntamente con prisa y sin pausa hacia un destino mejor y superior.

*Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Formulación, Evaluación y Gerencia de Proyectos de Desarrollo. Columnista

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