Por: Rafael Robles Solano*
Con ocasión de los delicados acontecimientos de los últimos días, me veo forzado a postergar la segunda parte del titular anterior, “DE LAS DESIGUALDADES JURÍDICAS A LAS SOCIALES,” para exponer mis consideraciones sobre los hechos motivo de estas líneas, ocasionados por el enfrentamiento entre dos exfuncionarios afectos a la Casa de Nariño, cuyas declaraciones con fuertes implicaciones judiciales han causado un enorme revuelo nacional, por la oportunidad que estos hechos brindan para que los medios de comunicación exploten hasta la saciedad el morbo popular y a la oposición, para que salgan en coro como en efecto han hecho, a efectuar llamados para defender la institucionalidad, que según ellos esta siendo destruida y además, a formular denuncias contra el Mandatario ante la Cámara de Representantes.
Dejando de lado la euforia feliz de los contradictores del gobierno y valorando objetivamente los citados sucesos, que si bien son reprochables desde donde se mire, estimo pertinente apreciarlos desde una óptica que nos permita analizarlos como corresponde. Veamos, el Presidente quedó en una incómoda posición que debe sortear con la prudencia que exige su cargo y proceder como en efecto ha hecho, a separar a los dos implicados y solicitar de inmediato a las autoridades judiciales y electorales, las investigaciones de rigor a que hubiere lugar, para despejar los posibles delitos cometidos por alguno de ellos.
Pero entrando en el tema de las interceptaciones, podemos deducir qué en torno a estos eventos, median servicios de espionaje, y estimo que provienen de parte y parte, o sea, de los enemigos del Gobierno y de los propios servicios de inteligencia estatal. Porque desprevenidamente no tiene explicación ver como se filtran y publican grabaciones de funcionarios al servicio del Estado, o como estos, descubren acciones irregulares dentro de la administración en funciones. Lo anterior significa que, al interior del Gobierno, los opositores tienen agentes infiltrados que se encargan de espiar y divulgar todas las actuaciones de sus funcionarios, lo cual deja como evidencia la existencia de personas desleales con el Gobierno, independientemente de los cargos que desempeñen.
Bajo este marco de referencia, conviene recordar que la Administración, está en obligación de tener a su servicio los aparatos de inteligencia que les permitan investigar y seguir a los enemigos del Estado, sin embargo, esto no avala que los utilicen para otros fines, como sucedió para no ir tan lejos, con el expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien aún después de más de 13 años de haber salido del poder, sigue siendo investigado y juzgado por “chuzadas ilegales” generalizadas contra periodistas, magistrados, jueces, opositores, etc. Entonces, sobre el tema de las interceptaciones y chuzadas, vemos que no es ajeno a lo que está aconteciendo, porque median sobre ellas fuentes que como es obvio, gozan de reserva en los medios de comunicación, que las ocultan en ejercicio de la libertad de prensa, pero que evidencian los peligros que dichos espionajes representan para los fines propios de la seguridad nacional, porque hechos como el que motiva este titular, dañan no solo la imagen de la Presidencia, sino que facilitan la desconfianza de los ciudadanos en su Mandatario.
Al tenor de las consideraciones expuestas y de los hechos objeto de los presentes análisis, resta de una parte, que las autoridades de vigilancia y control, las judiciales, las electorales y la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, inicien de inmediato las investigaciones pertinentes y por la restante, que el Estado, logré descubrir a los autores materiales e intelectuales de los espionajes que sirven de fuente para desestabilizar los propósitos de gobernabilidad, que vienen siendo objeto de lo que el mismo Petro, denomina como parte de un “golpe bajo”, tendiente a propiciar, desestabilizar y deslegitimar los resultados de las elecciones que lo llevaron a la Presidencia y el ejercicio mismo de su mandato. Para complementar la trascendencia de este último tema, recomiendo la publicación de marzo/2023, en @Cafepicante, de Antonio Morales.
*Rafael Robles Solano. Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. rafaelrobles12@hotmail.com