Por: Víctor Hugo Santofimio Osorio*
Traduce inseguridad, la dificultad para escoger entre diferentes opciones para conseguir un objetivo determinado, así como, la duda constante respecto de si lo que hemos hecho o dicho, ya seamos nosotros mismos u otras personas, es acertado o no, cuyos efectos y el miedo al crimen generan en las personas aislamiento, dejar de lado actividades cotidianas, e incluso presentar casos de ansiedad, depresión, y son los tipos de seguridad más frecuentes, las de orden personal, corporal, social, profesional, externa y relacional, generados sustancialmente y entre otros factores, por la falta inmensa de oportunidades; pobreza; marginación; atraco, robo, hurto, extorsión; violencia intrafamiliar; pandillas juveniles; crimen organizado; presencia de armas, drogas y alcohol; ausencia de la autoridad; ambiente de impunidad y procuración de justicia oportuna; bajos niveles de organización, integración y cohesión social; ausencias de cultura de la legalidad y ciudadana; impactos trasnacionales de la criminalidad, así como la presencia activa de otras muchas y distintas organizaciones al margen de la ley de diferente naturaleza, origen y propósitos.
Visto lo expuesto, es evidente a todas luces que las estrategias de seguridad pública en el departamento han mostrado fallas de origen que explican los límites de su efectividad dando por resultado el incremento de la violencia y la inseguridad. Las fallas de la administración han estado en la construcción, implantación e implementación de erradas estrategias y no respecto de un esquema integral de seguridad pública; en lo que además ha habido graves problemas de coordinación interinstitucional; falta de articulación entre las políticas sociales y de seguridad edificadas que han debido ser edificadas de arriba hacia abajo, de lo departamental a lo municipal, en la que las comunidades han tenido escasa, por no decir que ninguna participación, por lo que no se ha logrado una importante articulación, como tampoco la consideración de efectos y consecuencias.
Es apuntar más que a las formas para combatir la inseguridad, en las condiciones para generar sistemas de seguridad y construir un modelo que fracture las variables antes anotadas, que nos lleve a conclusiones importantes para la reformulación de una estrategia departamental de seguridad pública que incluya todas las variables que generan violencia e inseguridad; fortalecerla en los municipios todos; combatir los delitos con fuerzas especiales y esquemas de coordinación eficientes; la participación de las distintas fuerzas debe acotarse a tareas específicas y en apoyo al fortalecimiento de la seguridad pública civil; adelantar un plan de construcción de condiciones de seguridad pública que incluya acciones y programas de carácter social, tales como atender a los jóvenes con escasas oportunidades, violencia intrafamiliar, programas de adicciones, acercamiento policías / comunidades, construcción de espacios comunitarios, fomento de la cohesión comunitaria y acciones para fomentar la cultura de la legalidad y ciudadana; acciones sociales que cuenten con atención y presupuestos similares a las acciones policiales y de combate al crimen organizado; construcción de un esquema de seguridad pública aparejado al ajuste estructural del sistema de procuración de justicia; un esquema que no disocie las políticas sociales de las políticas de seguridad, a efecto de construir esquemas democráticos de seguridad acordes con las condiciones y las necesidades socio-económicas del departamento.
Violencia e inseguridad pública han sido siempre moneda corriente en el departamento del Huila, que en los últimos años se han recrudecido; más, por cuanto no se han puesto como debiera en el centro de la agenda de gobierno, como tampoco se han buscado las convergencias pertinentes entre las políticas sociales y de seguridad, en lo que se precisa la construcción de un modelo que permita identificar las variables que generan la violencia y la inseguridad en el Huila, y poder así medir en lo posible, el impacto de las acciones sociales sobre cada una de sus variables, en la certeza que el enfoque social nos llevará a planteamientos eficaces.
De igual manera, importará concentrarnos mayormente en las variables que intervienen en la construcción de esa seguridad que requerimos, así como avanzar al encuentro de las múltiples aristas que involucran a gran cantidad de actores cuya participación es necesaria para la implementación exitosa de una política integral de seguridad pública en el departamento del Huila, para no estar lejos de la comprensión de este mundo tan complejo de variables e interacción de variables y ver la seguridad con más cuidado, desde la perspectiva social y de las oportunidades. Ese es y será mi indeclinable compromiso y gran responsabilidad: devolverle integralmente al departamento del Huila y a los suyos su tan anhelada seguridad.
*Empresario y Consultor Empresarial. Conferencista. Cultor Musical Polifacético. Candidato Gobernación Departamento del Huila. vsantofimioosorio@yahoo.es