MICHAEL JOHANNY MEEK NEIRA

Por: Michael Johanny Meek Neira*

Triada Informática: hardware, software y usuario, tres (3) elementos que exigen describirlos juntos al considerar la potencialidad de los sistemas informáticos. De lo contrario, se hace posible perderse en el ciberespacio, al dogmatizar sobre sistemas informáticos sin considerar su energía prima.

Al revelar el iter criminis del Hacker, más bien, del pirata o criminal informático, se muestra inobjetable coincidencia con los desarrollos del Blockchain, Inteligencia artificial -IA, Chat gpt, realidad virtual, la conducción automatizada y todas otras formas de llamar al software, cual es, su energía prima. En todos los sistemas donde se procesan datos informáticos para obtener información, independiente de la finalidad del usuario o los servicios a ofrecer y recibir, existe una breve consideración que puede agitar la discusión para el bienestar de los usuarios, en reconocimiento de su dignidad humana, el interés supremo del menor y los derechos humanos.

Se trata pues de la energía que llega a los circuitos del sistema, lugar con rutas para transmitirse a cada una de las partes del hardware, cuya función es domesticar o, poner en marcha sistemas operativos. Formas de “pensamiento” que administran los datos informáticos para el usuario, según sus necesidades. Allí, en el hardware, Nicola Tesla, cede su turno a Tomas Alba Edison, pues se retrotraen apuntes sobre transmisión de energía para concluir que El Mago de Menlo Park, el norteamericano Edison, fue el pensador que tuvo razón en sacar de la energía eléctrica el mayor provecho para todos, si y solo sí, dicha energía era transmitida en un solo sentido o de manera ordenada, en palabras de expertos: “corriente” directa DC.

La materia tiene, en principio tan sólo tres estados: líquido, sólido y gaseoso, donde se hace imposible encontrar al software, en desarrollo de alguna función para el usuario, solo que, en descuido de la naturaleza del sistema, por cierto, una artificial, esto se olvida para evitar reconocer su energía prima y, su única forma de aportar en la generación del software. Tan superfluas han resultado las presentes consideraciones que la Constitución habla en artículo 15 de los llamados “datos personales”, en ausencia de considerar a los datos informáticos que, pese a ser cosas totalmente distintas, a fuerza del entendimiento y la ley 527 de 1999, que no consagró al sistema informático, sino en cambio, al sistema de información o peor, “el Convenio Sobre la Ciberdelincuencia” que, a su vez, evita a toda costa reconocer la energía prima del sistema por completo y con ello, al software en sus dos únicos estados –distintos- a los de la materia, pues podrá encontrarse en registros o, en tratamiento y transmisión, no más.

Las consecuencias al evitar la naturaleza del software llevan a encontrar cada vez más formas de llamarlo, unas a veces tan especulativas o especializadas que, muestran al hardware interconectado en transmisión del Software bajo el agua de los polos norte o sur del globo terráqueo. Todo a costa de considerar el hecho notorio de manipular energía a través de sistemas informáticos, testigos de choques eléctricos en distintos sentidos pues, sin dudarlo, quien emite Bytes, unidad de medida para el software, es también el mismo usuario que los recibe, sólo que, al verificar su velocidad de transmisión, aparte de no sumarlas, se sigue sin considerar la de su propagación pues, se ha evitado a toda costa, Constitución o Convenio, ver sencillamente al software como una onda electromagnética que representa.

* Michael Johanny Meek Neira. Abogado. Magíster en Derecho, Línea de Investigación en Derecho Procesal Penal. Tratadista de Derecho. Columnista. Docente Universitario. Conferencista Nacional e Internacional.

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