Por: José Manuel Herrera Villa*
El bienestar social, que es la satisfacción conjunta de una serie de necesidades, que responden a la calidad de vida del ser humano en sociedad, debe ser un todo definitivo que a todos debe interesar; y, en contexto de la evolución de la humanidad, exigirlo como un cambio transformador en las políticas públicas, a efecto de evitar disfuncionalidades en los vínculos de los entornos de crianza, relación y gestión en los planos personal, social e institucional, por cuanto hoy la violencia y el individualismo en nuestras relaciones aparecen como síntomas de nuestra realidad, lo que nos lleva a seguir retrocediendo a nivel de desarrollo humano, por lo que obligados estamos a aportar como personas, si queremos un mundo donde bienestar y desarrollo humano sean una realidad, importando que nos demos la oportunidad de generar un nuevo modelo de desarrollo educacional, social y traducir en políticas los factores que facilitan el desarrollo y no dependencia de lo humano ni su vulneración en la procura de intereses económicos y de poder.
Un cambio que implique no solo intervenir y pensar en los que ya estamos, sino también prevenir, si queremos promover el desarrollo humano, requiriéndose políticas públicas que aseguren todos aquellos aspectos relacionados con el reforzamiento de los vínculos primarios, como también la evaluación e intervención sobre lo que entendemos por violencia. Hoy el porcentaje de la población que nace, crece y se desarrolla en ambientes poco favorables va en aumento, debiéndose reforzar la capacidad vincular del ser humano, antes de hacerla pedazos.
Potenciar entornos de buen trato desde lo individual a lo institucional, fortalecer vínculos saludables, la presencia y consideración de los factores que lo favorecen a nivel de nuestras políticas y la comprensión individual sobre cómo cada uno de nosotros puede tener un impacto en la vida, bienestar y desarrollo de otro, bien podrían ser respuestas ante las problemáticas que vivimos y es lo que demanda el establecimiento de políticas que fomenten los vínculos humanos, pues la educación emocional y relacional como aspecto clave del desarrollo de un país y el fomento de redes que permitan a las personas un mayor acceso a alternativas de vinculación, es lo que necesitamos desarrollar para entender el peso de las relaciones en nuestro desarrollo y el de los demás.
Un sistema como en el que vivimos, que fomenta la cosificación de lo humano e impulsa la competición y una educación que fomenta saberes más que autoconocimiento, aleja de nuestras potencialidades sueños, vocaciones y nos invita a la auto-traición, que no es augurio de evolución, generando inseguridad, nos pone al servicio del otro, nos orienta a compararnos con el otro, a competir con el otro y a negarlo, negándonos a nosotros mismos también en ese camino. Es hora de comprender que tenemos que generar entornos de bienestar, integrar facilitadores que hagan que las personas ganen en autoconfianza, autonomía y autorrealización, a fin de potenciar una sociedad equilibrada, un mundo y un país que fomente el gran potencial que estamos desaprovechando, lo que nos aleja del bienestar y del desarrollo humano.
Son cambios que demandan un nuevo modelo de gobernabilidad que necesitamos para avanzar como parte de la interacción sistema-ambiente, bien común, inteligencia colectiva, autorregulación social, cambios continuos, auto-preservación, auto-regulación, organización y regeneración, lo que ayuda a que la rivalidad entre diferentes fuerzas políticas se transforme en positivamente y nos obligue a redefinir los objetivos e instrumentos de política misma, subordinándola al bien común, al diálogo y a autodefinirse como forma de colaboración, que trasciende los objetivos parciales de un grupo o partido y donde la defensa y protección de la sociedad sea lo fundamental. Un mejor estar es posible y depende de todos nosotros.
*José Manuel Herrera Villa. Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Formulación y Evaluación de Proyectos de Desarrollo. jomahevi@gmail.com