Por: Iván Meneses – Periodista.
El fuerte verano golpea con furia a la región Caribe, en esta ocasión está azotando a la ciénaga grande del corregimiento de Zapatosa, Cesar, provocando que el nivel de sus aguas disminuya notablemente y dejándola sin oxigeno.
Esta situación enciende las alarmas en la población, en particular entre los pescadores, ya que afirman que en el complejo cenagoso ya no se encuentran suficientes peces y los pocos que hay son pequeños.
La mano indiscriminada del hombre y el fuerte verano son los detonantes de la crisis ambiental.
Lo que en años anteriores era agua, hoy son extensas playas.
Los zapatoseros lanzan un llamado de S.O.S a las autoridades competentes para que los ayuden a que su espejo de agua dulce no desaparezca como desaparecieron las quebradas de “los hombres” y la de “las mujeres” como eran conocidos estos afluentes.
Los habitantes de Zapatosa los fines de semana aprovechan la sequía para disfrutar en familia una tarde agradable a orillas de la ciénaga, degustando del plato típico de la región: arroz blanco, pescados, yuca, agua de panela, gaseosa o de unas cervezas bien frías al son de nuestra música vallenata y contemplando el paisaje tropical que rodea la ciénaga grande.
Paradójica y tristemente los pescados que se consumen en Zapatosa son traídos desde Lebrija, el Chocó y de otras partes del país, en vista que la ciénaga mas grande de Latinoamérica no está produciendo como lo hacía hace más de 20 años atrás.
El fenómeno del niño podría durar hasta abril del 2024, contribuyendo al aumento de la temperatura de la tierra y del océano, según las últimas actualizaciones de la OMM (Organización Meteorológica Mundial).