Por: Rafael Robles Solano*

Al exponer mis apreciaciones sobre la vetusta influencia social y política que ejercían los medios de comunicación, entonces conocidos como el cuarto poder, lo hago acongojado por la decreciente participación de estos, frente al conflicto social que atravesamos y a su rol o papel, para apoyar y favorecer la estabilidad democrática y nuestro estado social de derechos.

Lo que es de cuestionar sobre ellos, los medios de comunicación, se evidencia más, cuando lamentablemente no disimulan, ni ocultan en el despliegue de sus contenidos informativos los cuales hacen atendiendo sus propios intereses y compromisos, como ya describí en una publicación de principios de año, al reprochar como direccionaban las noticias o quizás, era mejor decir como: manipulaban la información que publican con destino a sus destinatarios, complaciendo descaradamente a los gobernantes de turno, auspiciando con “acciones y silencios cómplices” formas sutiles de penetración política, ideológica y social, para facilitar el denominado “Control Social”, ejemplo papable de lo afirmado, los hallamos en la salida de la televisión pública del noticiero que no se plegó a las imposiciones gubernamentales, o la desbandada renuncia de los principales columnistas de la más importante revista semanal del Colombia, acaecida ya hace algunos meses.

Control social que definitivamente se les fue de sus manos, al sucumbir frente al papel de los internautas en las redes socialesque ahora son las fuentes que permiten la coexistencia de otras visiones, por su más creciente importancia, influjo y prestigio, protagonizados entre muchos otros, por los llamados: “influencer”.  Conduciendo y forzando a los medios de comunicación, a tener que abrir sus espacios noticiosos con información “amarillista”, tipo “realities”, a fin de no seguir perdiendo los ratings.

Ante la capacidad de convocatoria que especialmente hoy tienen las redes sociales sobre los jóvenes, sirviendo de apoyo y difusión a toda clase de campañas, entonces podemos explicar y comprender mejor eventos como el prolongado estado de protestas generalizadas en diferentes partes del país, las que desafortunadamente vienen siendo desprestigiadas por las incursiones violentas de vándalos al servicio de grupos delincuenciales, como de las extremas, que se benefician políticamente de estos deplorables hechos.

Pero llama la atención, es el que las redes y fuentes de redacción independientes afectas a las mismas, consigan además, difundir de manera expresa, noticias y hechos sobre situaciones o eventos que los grandes medios de comunicación evaden, ocultan o publican con versiones justificativas para no sucumbir ante la realidad, como aconteció recientemente con la visita a nuestro país de la C.I.D.H., a la que el Gobierno inicialmente trató de disuadir y de manipular groseramente, apoyados por los columnistas de la gran prensa.

Cínicamente insisten la mayoría de los grandes medios de comunicación al servicio de los intereses gubernamentales, en seguir explotando aquellas informaciones y noticias que son útiles a sus intereses particulares, alejándose cada vez más, de los destinados a fomentar soluciones reales a las problemáticas sociales y económicas que nos agobian.

Nuestra Constitución Política, consagro al país como un Estado Social de Derecho, figura que más allá de ser emblemática y emotiva o hasta bonita, no logró ser consolidada como base o fuente de los derechos que pregona. Porque nos debatimos en medio de una prolongada situación de confrontaciones por toda clase de hechos, unos de orden partidista o mejor, caudillista, que trae a nuestra sociedad dividida y polarizada por más de dos décadas, la violencia del narcotráfico y otras fuentes de inseguridad social, además del subversivo, cuyo proceso de paz, viene sucumbiendo tristemente por la polarización ya enunciada y los intereses del actual Gobierno, que no los comparte.

 lideresocial@hotmail.com 

*Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL       

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