Por Carlos Villota Santacruz*
El pasado 17 de agosto de 2024, se recordará en la historia del siglo XXI como el día que el mundo marchó repudiando al régimen venezolano de Nicolás Maduro, quién se niega a dejar el poder, tras perder en las urnas frente Edmundo González.
Tres semanas después, a quienes persisten en decir que el sistema Electoral del vecino país a Colombia, es confiable. «Una tesis que se derrumbó con el peso de la fotografía pos cita en las urnas».
La gran pregunta es: ¿tiene futuro Venezuela? Es posible que se pueda tapar un país en caos en crisis económica, social, corrupción y narcotráfico?
La respuesta es no. No desde el liderazgo, la gobernabilidad y diálogo ciudadano. Quién se postula a un cargo de elección popular sabe que se gana y se pierde. Un mandato se construye con votos. Con gestión con hechos.
En el caso de Venezuela. No hay confianza. No hay credibilidad. Tampoco un proyecto de país desde el respeto de la democracia y la institucionalidad.
Lo hecho por María Corina Machado, en medio de la violencia, represión, muerte y más de 3.000 detenidos, evidencia el liderazgo de una mujer que sabe que la lucha contra el régimen de Maduro es hasta el final.
En una palabra, la situación en Venezuela es terrible. Todo gracias a las elección robada. «Queremos vivir en democracia. Sin más detenciones. En libertad. Sin escuchar a un delincuente como Nicolás Maduro que se autoproclama presidente, cuando el mundo le dice. «No más revolución Bolivariana», dicen los ciudadanos desde El Táchira, Caracas o Madrid, Bogotá y Lima.
*Internacionalista, experto en marketing de ciudad, marketing político, comunicador social y periodista. Escritor Coautor del libro Gobierne bien y hágalo saber E mail carlosaugustovillotasantacruz@gmail.com