SAÚL ALFONSO HERRERA HENRÍQUEZ

Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*

Interesará siempre reflexionar sobre la democracia, ser ejercicio permanente y continuo, exaltarla en su real valor e importancia universal, ser herramienta válida con la que los pueblos decidan libremente, ser un propio sistema político, económico, social y cultural. Hacerla de plena participación en todos los aspectos de sus vidas. El ejercicio de la democracia es el que mejor y superiormente refleja los hábitos y costumbres cívicos de una sociedad, práctica que hoy por hoy reclama la procuración de una experiencia política en la que la ciudadanía ejerza su derecho y tenga los conocimientos y perspectivas para tomar asertivamente las mejores decisiones.

Es la democracia y así está considerada, como una forma de gobierno justa y conveniente para vivir en armonía, en la certeza que en una democracia ideal la participación de la ciudadanía es el factor que materializa los cambios, por lo que es necesario que entre gobernantes y ciudadanos se establezcan diálogos para alcanzar los objetivos comunes. Es tal sentido, solamente con la participación efectiva, la voluntad, así como con la sinergia entre los tres órdenes de gobierno y la sociedad la democracia se puede tornar en una realidad ideal. Es contar en ello con un sistema electoral democrático, competitivo y plural, sustentado en el principio básico una persona / un voto, que permite a todos tener la misma capacidad de incidencia frente a la política y ejercer de esta forma un control sobre el poder del Estado.

Razón por la que al ser los gobiernos municipales los más cercanos a la ciudadanía, son quienes juegan un papel determinante para la alternancia política y la consolidación del ejercicio democrático. Los gobiernos locales fueron y son los principales promotores de la una realidad política e impulsores de su trayectoria. en el país hasta culminar con la alternancia en el gobierno federal. Se consolidan con ella, la democracia, los procesos de participación electoral, que en muchos casos modifica el mapa electoral, mismo que mayormente se refleja cuando un superior número personas acuden a ejercer su derecho al voto y el mapa político se modifica; y, desde lo local a lo nacional se da una diversidad de partidos y coaliciones tomando decisiones, lo que es benéfico para este hasta hoy insuperable sistema político.

No obstante, los retos que enfrenta nuestra democracia en todos los ámbitos son la competencia desleal y la sucesión. Por tanto, es necesario que se fomenten valores universales como la tolerancia, el pluralismo, el respeto de los derechos humanos, la libertad y el diálogo para construir sociedades más democráticas y justas en donde se fortalezca la gobernanza eficaz y responsable, siendo por tanto necesario que se garanticen procesos transparentes, participativos, inclusivos e imparciales para promover sociedades, justas, pacíficas e inclusivas, sentido en el que los gobiernos a todo nivel deben fortalecer una democracia transparente y equitativa basada en los principios de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad; que fomente la participación ciudadana y en consecuencia contribuya al desarrollo democrático y sostenible de nuestros pueblos.

*Saúl Alfonso Herrera Henríquez. Abogado. Especializado en Gestión Pública. Derecho Administrativo y Contractual. saúlherrera.h@gmail.com

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