Por: Rafael Robles Solano*
Hace casi dos lustros, aborde en otro medio impreso lamentablemente desaparecido, bajo un título parecido, tema relacionado con los cuestionamientos y reflexiones en torno a “LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN FRENTE A LAS REDES SOCIALES”. Ahora lo retomo, pero no de cara a al exclusivo papel de éstos frente las redes sociales, sino frente AL SENTIDO ÉTICO DEL DERECHO A LA INFORMACIÓN, como parte de la RESPONSABILIDAD SOCIAL, que compete ineludiblemente a los periodistas y medios de comunicación. Recurro a planteamientos referidos a la “LIBERTAD DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN”, donde se plantean juiciosos conceptos, que responden a las condiciones e interrogantes que mueven a la sociedad actual, en el qué los medios de comunicación masivos, impresos, audiovisuales y de Internet, compiten por la difusión de todo tipo de noticias e informes, que finalmente influyen positiva o negativamente sobre lectores, oyentes, receptores y espectadores, sin discriminar edad, sexo, razas o ideologías.
Al respecto sostenía en vida EDUARDO GALEANO, que: “Ya no los fines justifican a los medios, sino los medios de comunicación justifican a los fines.” Lo cual significa que no siempre coinciden las necesidades de las estrategias comerciales, con las noticias e información que requiere la sociedad. Circunstancia que fuerza a quienes detentan los medios, generalmente los dueños de los grandes grupos financieros, a justificar con cualquier pretexto, la protección de sus propios intereses. Por lo que entonces, “el poder de los medios de comunicación, queda supeditado y afectado por las exigencias del mercado de la libre competencia, impuestas por sus patrocinadores.” (Fuente: FORMACIÓN CIUDADANA Y CONSTITUCIONAL, Facultad de Derecho, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, Medellín, 2012).
El conflicto se evidencia más, cuando los medios de comunicación, de una parte, despliegan sus contenidos atendiendo sus propios compromisos e intereses, para direccionar, manejar o quizás, es mejor decir : manipular la información que brindan a sus destinatarios, o complaciendo a los gobernantes de turno, auspiciando con “acciones y silencios cómplices” formas sutiles de penetración política, ideológica y cultural, para facilitar el denominado “Control Social”, que como sostuvo CARLOS MARANHAO, en un evento de aquella época, acciones que se convierten en modalidades de censura o de autocensura.
Entonces, ahora nos enfrentamos con el papel de los internautas en las redes sociales, por su más creciente importancia, influjo y prestigio, con el advenimiento de los llamados: “influencer”, evidenciando como ya inducen a los medios de comunicación, para tener que abrir sus espacios con información “amarillista”, tipo “realities”, a fin de no perder los ratings, ante la capacidad de convocatoria que especialmente tienen aquellos sobre los jóvenes, sirviendo de apoyo y difusión a toda clase de campañas.
De modo que las redes sociales, hasta ahora vienen siendo explotadas y capitalizadas sin alcanzar aún, su debida magnitud, porque todavía surgen dispersas y motivadas por manifestaciones sociales emotivas y mediáticas, pero continúan en procesos de crecimiento, que ya hacen temer a los tradicionales dirigentes empresariales, líderes y partidos políticos.
Lo que, en el parecer personal del suscrito, seguirá sucediendo en la medida en que las nuevas generaciones, se terminen de apropiar y copen estos espacios de divulgación.
Sin embargo, el problema radica en cómo el periodismo en todos sus matices, debe asumir el desafío de permanecer vigentes, sirviendo de referentes éticos y sociológicos, para no perder el liderazgo que requieren los medios de comunicación, sin sucumbir ante el empuje global de las redes sociales, porque éstas, bien encauzadas, terminaran acabando con las tradicionales modalidades de adoctrinamiento dominantes y permitirán, el advenimiento de todas las formas de libre expresión y pensamientos, lo cual a su vez, enfrenta hoy los riesgos que apareja el abuso irresponsable de alguno o muchos de sus contenidos, como resulta cada vez más frecuente, ahí tenemos el ejemplo reciente del expresidente Donal Trump. lideresocial@hotmail.com *Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL