Por: David Gonzalo Duarte González*
Estructurar municipios saludables, es buscar niveles óptimos de salud, bienestar y desarrollo poblacional, pues su enfoque, además de ser global, integra actividades de los diferentes sectores, incluyendo el de la salud. Sus características son diversas dependiendo principalmente del nivel de desarrollo socio-económico del municipio y el compromiso de las autoridades. Deben tener contenido programático y objetivos inmediatos. La gran preocupación debe centrarse en mejorar la calidad de vida, sin descuidar aspectos cuantitativos de mejoramiento de los niveles de salud y de los servicios, y sin perder de vista los aspectos de la preservación del medio ambiente.
Un proyecto de municipio saludable puede presentarse como un programa de desarrollo integral o como una suma de sub-proyectos, mismos que muchas veces presentan con la finalidad de introducir el tema de la salud en la agenda política del municipio y lograr un mayor compromiso por parte de las autoridades y de la comunidad. En tal sentido, se recomienda evitar iniciando proyectos demasiado grandes y de largo plazo y, optar por aquéllos que ponen de manifiesto a la comunidad la orientación del municipio hacia la salud, logrando su participación en las acciones emergentes, siendo importante seleccionar proyectos de consenso, fáciles de ejecutar, de bajo costo, con resultados concretos y rápidos y que tengan gran capacidad de movilización.
En la mayoría de los municipios saneamiento e infraestructura de los servicios aparecen como una preocupación mayor, debido a que son problemas básicos que no han sido resueltos aún; de ahí que poner en relevancia la discusión de los problemas ambientales y ecológicos deba ser una de las cualidades de un proyecto de municipio saludable, al tiempo de considerarse en ellos dotación de agua potable, eliminación de excretas y basuras, higiene del medio, contaminación, desperdicios tóxicos, forestación, creación de áreas verdes, urbanización, mantenimiento de calles, vivienda, estética del municipio, entre otros aspectos de igual importancia.
Otros aspectos que deben ser prioritarios, son los relacionados con los estilos de vida de la población, problemas sociales, económicos, atención de grupos vulnerables (niños, jóvenes, mujeres, ancianos). Tener en cuenta igualmente que los proyectos emergentes fomentan mejores ingresos, estabilidad laboral y estilos de vida saludables. Se refieren a la atención al desempleo, protección social, control de la vagancia; pero, sobre todo, control de las adicciones, violencia, delincuencia. Creación de áreas de recreación y deporte. Ambientes libres de humo. Regulación del consumo de alimentos, medicamentos, bebidas y tabaco. Regulación de la vialidad. Impulso y fomento de actividades sanas y creativas como las culturales, folclóricas y deportivas, entre otras.
Finalmente, está todo lo relacionado directamente con los servicios de salud en cuanto a calidad, cantidad y orientación. Su atención requiere proyectos que ayuden a adecuar los servicios a la orientación global del municipio, labor que se facilita cuando dependen del nivel municipal. En caso contrario, se impone una concertación de acciones y una real participación del sector salud, principalmente en las tareas de promoción y prevención. Los servicios de salud son eficaces en el control de algunos problemas infecciosos, quedando otros por resolver al tiempo que aumentan los problemas crónicos, para cuya prevención o tratamiento temprano no están aptos aún.
Un proyecto de municipio saludable debe surgir de las autoridades municipales, o gracias a la acción externa de algún promotor, muchas veces ligado al sector salud. Para ayudar al desempeño de estos promotores es importante facilitar acciones que permitan ampliar el alcance de los esfuerzos y crear un verdadero movimiento al respecto, y tener entre sus funciones básicas, -difundir los contenidos del proyecto con las autoridades municipales, los promotores potenciales y la propia comunidad, estimulando de esta manera su creación y ampliación; ser una instancia de acreditación y de incorporación, acreditación que debe pasar por el enunciado o resolución formal de parte del concejo o cabildo municipal, declarándose municipio saludable o resolución municipal que puede ir acompañada de un lema o logo que la caracterice; -acumular e intercambiar experiencias e información entre los miembros asociados, mediante reuniones periódicas y a través de la utilización de diferentes medios de comunicación; y -reconocer y estimular a quienes con mayor eficiencia y eficacia ejecuten sus tareas.
Un municipio saludable ayuda a sistematizar y acelerar la búsqueda de soluciones para los problemas sociales y de salud, convirtiéndose en una forma innovadora de contribuir al desarrollo con equidad y participación, lo que no debemos perder de vista bajo punto de vista alguno, toda vez que no hacerlo de esa manera, irá en detrimento poblacional.
*David Gonzalo Duarte González Profesional de la Salud. Especializado en Gerencia en Seguridad en Salud en el Trabajo. dago1286@hotmail.com