Por Carlos Villota Santacruz*
Cuando los colombianos acudimos a las urnas en marzo de 2022 para elegir el sucesor del presidente Iván Duque, lo hicimos con la esperanza de cambio. Las dos alternativas eran Rodolfo Hernández por la derecha y Gustavo Petro en representación de la izquierda.
El ex Alcalde de Bogotá se impuso ante el ex Alcalde de Bucaramanga. De manera inmediata, dijo que su triunfo se sustentó en que los ciudadanos reclamaban un cambio. Y prometió que en el país, se viviría «sabroso».
Con la llegada del año 2023, esta promesa del mandatario no solo se ha diluido sino que lo que se observa en el horizonte es recesión económica, política y electoral. Es decir, de la esperanza en menos de 6 meses se pasó al caos y la incertidumbre.
La economía sufrió un freno en «seco» Su administración está desgastada. La inflación no para. Qué decir del costo de la canasta familiar donde productos como la carne, el huevo y la leche se ha incrementado en más de un dígito.
La devaluación del peso ha encarecido las importaciones. El aumento del salario mínimo del 16 por ciento, en vez de elevar el consumo interno, empujo el aumento de costo de vida que puede superar todos los pronósticos.
Los empresarios están espantados. El desempleo sigue alto, llegando al 9.9 por ciento y 13.5 por ciento. Es decir, la «luna de «miel» del Gobierno del presidente Gustavo Petro con los colombianos se acabó. Es una «luna de miel» que podría derivar en un paro nacional, en detrimento de la seguridad y la producción del sector agrícola que tanto anuncio defender el inquilino de la Casa de Nariño.
Al interior del Congreso de la República, llamado a sesiones extras en el mes de febrero para estudiar y debatir proyectos como la reforma a la salud, política, electoral, pensional y el Plan Nacional de Desarrollo 2023 «Colombia potencia mundial de la vida», se sostendrá a punta de «mermelada» y bajo una oposición del Partido Centro Democrático.
El proyecto político del presidente Gustavo Petro que sustenta en la construcción de una paz total, tendrá su prueba de ‘fuego» en las elecciones regionales del mes de octubre, cuando a través de las urnas los colombianos renovaremos Alcaldías, Gobernaciones, Asambleas, Concejos y Juntas Administradoras Locales -en el caso de Bogotá- Será la cita democrática, en la que a través del voto, Colombia conocerá si sigue por el camino de un modelo político económico de izquierda, donde la pobreza y desaparición de la clase media es latente o retorna a la generación de empresa y el emprendimiento productivo. A propósito de este comentario. Usted que piensa. E mail villotasantacruzcarlos@yahoo.com.co
*Carlos Villota Santacruz. Internacionalista. Experto en marketing político. Marketing de ciudad. Comunicador Social y Periodista. Escritor