Carlos Villota Santacruz

Por Carlos Villota Santacruz* Twitter@villocol

La segunda semana del mes de febrero de 2023, significó para Colombia la llegada “con previo aviso” de las marchas en favor y en contra del Gobierno del presidente Gustavo Petro, cuya popularidad sigue en descenso, en medio de las sesiones extras del Congreso de la República, donde se estudiarán y debatirán reformas en el campo de la salud, política, laboral y de justicia.

Todo este “mosaico” en un escenario de incertidumbre para los 50 millones de colombianos (de nacimiento y adopción) que reclaman del presidente Petro que respete y fortalezca la institucionalidad y la economía, en vez de buscar respaldo popular al paquete de reformas, que en la mayoría de los casos no se conoce su articulado, en medio de serias fallas técnicas en su redacción.

En mi calidad de consultor político, internacionalista, periodista y escritor me parece que el panorama político, social, económico y político en el segundo mes del año en Colombia es muy grave. “El mandatario Gustavo Petro al liderar convocatorias en las calles, desde la institucionalidad, hace perder fuerza al Estado, como garante de los derechos de los ciudadanos”.

“El ejecutivo colombiano, está gobernando como hizo su campaña que lo llevo a la Casa de Nariño el 7 de agosto de 2022 en remplazo de Iván Duque. Para un habitante de Bogotá, Cali, Medellín o Pasto, no es fácil entender hoy, que Petro tenga que acudir a manifestaciones públicas para apoyar sus acciones”

Además, este hecho de orden político, desvirtúa y hace perder credibilidad, tanto al Congreso de la República como a la justicia. Estas dos ramas del poder público en el país, las coloco de ejemplo, por que a pesar que el Jefe de Estado tiene las mayorías en el Congreso de la República, a través del partido Pacto Histórico, convoca a los ciudadanos a salir a las calles, bajo la misma fotografía de la Venezuela del ex presidente Hugo Chávez y el presidente Nicolás Maduro.

Desde el exterior, se observa por parte de analistas y empresarios, a un país polarizado. Debilitando la institucionalidad y la economía. Los ciudadanos con poco poder adquisitivo, desempleo e inseguridad, se despiertan cada mañana, pensando más en que van a comer que en ser protagonistas de una Colombia, con un modelo de desarrollo productivo desde las regiones.

“Un presidente de un país en el siglo XXI en América Latina, no puede acudir de manera permanente, a la manifestación en las calles, cuando ve amenazada la aprobación en el cuerpo legislativo de un paquete de reformas que requieren debate y sobre todo ajustarse a la realidad  con una visión al 2050”.

En la era Petro ya paso que el país se fuera a un “abismo” en la rama judicial. “Los jueces no le aprobaron al mandatario la libertad de los integrantes de la “Primera Línea” – manifestantes violentos del 2021- el mandatario salió por los medios de comunicación a desautorizar la decisión de los jueves y el Fiscal General de la Nación Francisco Barbosa de mantener a estas personas, tras violar la ley.

El presidente de Colombia en su afán de alcanzar la gobernabilidad, está llevando al país a un “caos institucional”. Prueba de ello, es que los actores de la salud no conocen el articulado del proyecto de ley de reforma a la salud. “El Gobierno está improvisando. No hay un escenario técnico en la redacción de los proyectos de ley”.

El estudio y debate de la reforma a la salud, comenzó mal. Al interior del Congreso los debates estarán para “alquilar balcón”. Hay “mucho humo mediático” que puede pasar factura al Gobierno Petro. “Quiere mostrar resultados de su administración. Lamentablemente no los hay. Al interior del Gobierno se está improvisando mucho en la paz, en la economía y que decir en la reforma política y pensional. Los grupos técnicos no están fortalecidos. No hay una comunicación seria entre el Ejecutivo y sus coadministradores que son los Ministros.

“Los titulares de los Ministerios se quieren quedar en sus cargos a como de lugar – a menos de 7 meses de iniciado el Gobierno- Colombia no va bien ni en lo político, ni en lo económico. Qué decir en lo social. Vamos a ver que pasa con las reformas en el Congreso. En el Pacto Histórico se aprecian fisuras, en medio de un año electoral, cuando el país, acudirá a las urnas el 29 de octubre, para renovar Gobernaciones, Alcaldías, Asambleas y Concejos. A propósito de este comentario. Usted que piensa: e mail villotasantacfruzcarlos@yahoo.com.co


*Carlos Villota Santacruz. Internacionalista, experto en marketing político, marketing de ciudad, comunicador social y periodista. Escritor

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