Por: Blaicer Moreno Córdoba*
La cohesión social es sentirse parte de una comunidad, aceptar las reglas que la rigen y valorarla como algo importante y así como valoramos en términos generales ese todo, nos sentimos cómodos, solidarios, empáticos y corresponsables con lo que le pasa a la gente de la comunidad. Es concepto referido a la capacidad de una sociedad para asegurar el bienestar de todos sus miembros minimizando las disparidades y evitando la polarización; de ahí que promoverla requiera de la participación conjunta y la colaboración activa de todos los partícipes de una sociedad, como son gobierno, empresas y sociedad civil, para juntos emprender una acción colectiva, en la afirmación que la cohesión social es un fin, como también un medio útil que grupalmente fortalece los lazos entre los miembros del equipo, mejora la comunicación, aumenta la moral y reduce la hostilidad. Es apego y unidad, un proceso dinámico que refleja la tendencia de los miembros a unirse y trabajar juntos para cumplir objetivos comunes.
Llama la cohesión social a fortalecer la disposición de los actores a ceder beneficios, en aras de reducir la exclusión y la vulnerabilidad de grupos en peores condiciones. No sólo se trata de un valor ético, sino también de un valor práctico, en la medida que los individuos consideran que se benefician más cuánto más adhieren a un nosotros, a un todo, y que lo que beneficia a la comunidad beneficia por ende a los individuos porque les garantiza mayor seguridad y protección de cara al porvenir.
La ciudadanía no sólo implica titularidad de derechos, sino también, y en contrapartida, respeto a las reglas procesales de la institucionalidad democrática y del Estado de Derecho, y mayor disposición a participar en los asuntos de interés público, lo que es tanto vital como esencial en beneficio y aprovechamiento colectivo, que es de lo que se trata y de lo que siempre debe ser.
El sentido de pertenencia, comprendámoslo, tiene una doble dirección; esto es, como acceso y como compromiso. Un ciudadano es pasivo en cuanto se le confieren derechos, pero es activo en cuanto aporta a la cohesión social, lo que debe ser acción permanente; de tal modo y manera que la ciudadanía como sentido de pertenencia traduzca lo cual también en mecanismos propios de la sociedad civil que puedan fortalecer relaciones de solidaridad y responsabilidad sociales, tanto dentro de los grupos como entre los grupos; en la difusión extendida de una cultura pluralista que permite y permitirá siempre mejorar los niveles de convivencia y comunicación entre actores que se definen por su diferencia; y en la filiación progresiva de grupos sociales a redes de interacción para participar en instancias deliberativas, lo que muchas veces tanta falta hace.
Una mayor disposición de la ciudadanía a apoyar la democracia, a participar en asuntos públicos y espacios de deliberación, a confiar en las instituciones, y un mayor sentido de pertenencia a la comunidad y de solidaridad con los grupos excluidos y vulnerables, facilita y facilitará siempre el logro de pactos o contratos sociales necesarios para respaldar políticas en beneficio positivo de la equidad y de la inclusión en todas sus formas.
*Administrador de Empresas. Especializado en Proyectos de Desarrollo. Asesor y Consultor Político y Empresarial. Columnista
TEMA RELACIONADO: COHESIÓN SOCIAL, CIUDADANÍA, COMUNIDAD (I)