Por: Rafael Robles Solano*
Continuo tratando el tema del deplorable estado de las mallas viales de nuestro país, refiriéndome en esta oportunidad y en particular, a los grandes proyectos y mega obras que buscan mejorar la competitividad de la nación y que hacen parte del mayor programa de inversiones en infraestructura vial de Colombia, donde se proyecta la construcción y operación de más de 8.000 kilómetros de carreteras, incluyendo 1.370 de dobles calzadas, 160 túneles y alrededor de 400 puentes en más de 40 concesiones nuevas, distribuidos en 29 proyectos de APP (Alianzas público-privadas), a través de vías de 4a y 5a generación, entre las que se destacan 10 grandes obras de 4G, dadas en servicio como los de Girardot-Honda-Puerto Salgar; Puerta de Hierro-Palmar de Varela y Carreto-Cruz del Viso; Pacífico 2; Cartagena-Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad; Vías del Nus; Transversal del Sisga; Autopista al Mar 1; Neiva-Espinal-Girardot; Conexión Norte y Chirajara-Fundadores; y además de 9 proyectos multimodal 5G, en los corredores viales: Malla Vial Valle; ALO Sur y Accesos Norte Bogotá; Troncales del Magdalena 1 y 2 y Buenaventura-Loboguerrero-Buga; con dos proyectos fluviales: navegabilidad del Río Magdalena y la restauración de los ecosistemas del Canal del Dique y el aeropuerto de San Andrés. Como se puede apreciar, sin discusión alguna, nos encontramos frente al más ambicioso programa de modernización vial del país. (Fuente: Diario La República, julio 27/2022).
En mí crónica anterior terminé señalando y cito textualmente qué estábamos: “… dando la espalda y dejando en el más absurdo olvido la renovación y modernización de nuestras modestas redes ferroviarias, que son ejes de progreso en los países desarrollados.” Tema sobre el que reafirmo las consideraciones en las que me apoyo, porque es absurdo, por no decir insólito que en pleno siglo XXI, continuemos en Colombia dando prelación a los proyectos de modernización vial sobre los de las vías férreas. Advierto que pese a los costosos peajes, no estoy en contra de las primeras, pero si deploro que el Estado, no tenga previsto a corto y mediano plazo, adelantar programas de infraestructura y modernización de estas obsoletas redes (con normatividad vigentes desde hace más de un siglo, para ser precisos, desde 1920), pese a qué desde noviembre de 2020, el Gobierno de ese entonces, a través del DNP (DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACIÓN), puso a consideración y aprobación el denominado PMF (PLAN MAESTRO FERROVIARIO), buscando rescatar y reactivar el modo férreo del país, por medio de una hoja de ruta que se convirtiera en eje de las políticas públicas e institucionales y que sirvieran para aprovechar sus ventajas competitivas e integrarlas a la red de transportes nacionales como alternativa y parte del desarrollo productivo y económico de la nación.
La importancia del PMF, al pretender modernizar y reactivar las redes férreas, estriba en los beneficios inobjetables que conlleva, tales como la reducción de costos en los servicios de transporte de toda clase de mercancías y materias primas, lo cual, a su vez, facilitará el mejorar los índices de competitividad nacional. Porque en cuanto se encuentren en funcionamiento, permitirán la migración paulatina de pasajeros y turistas, mejorando las condiciones asociadas con el transporte público, al reducir las congestiones vehiculares, los accidentes viales y la contaminación ambiental, igualmente favorecerá y contribuirá al desarrollo de los mercados descentralizados en todas las regiones cercanas a las líneas férreas. De otra parte, con la mejora de la infraestructura férrea, el país contribuirá decididamente a la disminución de los gases de efecto invernadero que en buena hora promueve el actual gobierno, como parte del desarrollo sostenible.
Concluyo reseñando informe sobre el estado actual de nuestras redes férreas, citando la del Atlántico, con 1.493 kilómetros, que van desde el Magdalena, pasando por Cesar, Santander, Boyacá, Antioquia, Caldas y Cundinamarca; y la del Pacifico, con 498 kilómetros, que recorre Caldas, Risaralda, Quindío y el Valle. (Fuente: Informe PMF, del DNP, noviembre 23 de 2020).
*Rafael Robles Solano. Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. lideresocial@hotmil.com
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