MÉDICO HERNANDO RAFAEL PACIFIC GNECCO

Por: Hernando Pacific Gnecco*

Sin duda, el azúcar fue determinante en el desarrollo del Caribe, desde antes de la independencia americana hasta bien entrado el siglo XX. Para la gran producción mundial de este preciado producto en los siglos XIX y XX, fue importante el desarrollo industrial de los Estados Unidos y Europa; la materia prima, tropical ella, procedía fundamentalmente del Caribe y otros países americanos.
La independencia americana eliminó la aberrante esclavitud y la mano de obra barata en los países azucareros. Muestra el Museo Afro de Sao Paulo todo el drama de la esclavitud en Brasil; las rutas de la ignominia, las condiciones infrahumanas en los barcos, la venta de seres humanos y la pésima vida de ellos en las haciendas, todo para el enriquecimiento de los “dueños” (horrible expresión) de nuestros congéneres. Revuelca los sentimientos entender todo el martirio de los africanos trasplantados a la fuerza a nuestro continente. Brasil, importante productor de azúcar; llegó a convertirse en el mayor productor mundial del siglo XVI al XVII, basándose principalmente en las fazendas de Pernambuco.

Los voraces holandeses asaltaron varias zonas clave del mundo; en el siglo XVII invadieron el nordeste brasilero intentando apropiarse de su producción azucarera. Y los franceses; Haití llegó a ser la colonia más rica del mundo gracias a los cultivos de caña de azúcar, llegando a exportar la mitad del consumo de Europa hacia el siglo XVII. La esclavitud también favoreció el enriquecimiento del país galo. Después de la independencia de Haití, Gran Bretaña y España intentaron invadir la isla siendo repelidos en cruentas guerras. Francia buscó recolonizar Haití y también cayó vencida. Esas potencias europeas, a las que se sumó Estados Unidos, bloquearon económicamente al nuevo país, empobreciéndolo al extremo. Todo por la plata…

Entonces, Puerto Rico entra al juego: la isla del encanto era un gran productor de caña de azúcar y la salida de Haití de esa ecuación promueve a Puerto Rico. En el siglo XIX las máquinas a vapor disparan la industria azucarera. La ley Jones, promulgada por Estados Unidos, impulsó la compra de azúcar a gran escala que termina al finalizar la Segunda Guerra Mundial; gracias a ello, la isla tuvo una economía pujante. Cuba, por su parte, vivió principalmente de las rentas del tabaco y del azúcar, cuya producción se vendía casi totalmente a los Estados Unidos. Gozó de una economía briosa hasta el ascenso de Fidel Castro y sus barbudos, quienes derrocan a Fulgencio Batista; su militancia marxista prosoviética llevó a la total ruptura de los Estados Unidos con el nuevo régimen cubano. El bloqueo económico declarado por los norteamericanos terminó de arruinar a Cuba; en respuesta a la posterior crisis económica, promovieron la famosa “zafra de los 10 millones” procurando la angustiada economía cubana. La Unión Soviética, con el fin de mantener el dominio geoestratégico de la isla, pagaba multiplicado el precio del azúcar como una forma de subsidiar su exigua economía.

En 1538, el conquistador Pedro de Heredia trae a Cartagena la caña de azúcar; dos años después, Belalcázar la lleva a Cali. Muy cerca se establecen algunos trapiches; Arroyohondo y Cañasgordas, inicialmente. Próximo a Cartagena, abren uno en Marialabaja. Después, inauguran sembrados de caña en Cundinamarca, Boyacá y Santander. De la molienda artesanal se pasó a la industrial hacia 1867; gracias al ingenio Manuelita. La Quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta era una azucarería; usaron máquinas a vapor. Varias regiones de Colombia han sido azucareras, pero en el Valle del Cauca esta actividad se expande exponencialmente, consolidándose como el principal productor de azúcar en el país. No faltó la mano de obra esclava.

Muchas décadas después, el auge de la producción industrial de alimentos y otros derivados del azúcar generó una bonanza para los productores de materia prima, transportadores, productores y vendedores de producto terminado; chocolatería, dulcería, panadería, bollería, cereales, bebidas gaseosas y alcohólicas, entre otros. El azúcar, para bien y mal, ha sido fundamental en la economía mundial.

*Hernando Pacific Gnecco. hernando_pacific@hotmail.com – Médico Cirujano. Especializado en Anestesiología y Reanimación. Docente Universitario. Columnista

TEMA ENLAZADO: AZÚCAR (I)AZÚCAR (III)

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