LIBARDO MONTEALEGRE MURCIA

QUIEN SIEMBRA VIENTOS…

“Quien siembra vientos, cosecha tempestades” es un refrán que advierte que todas nuestras acciones en la vida generan consecuencias. Quiere decir que quienes siembran cosas negativas, cosecharán malos resultados y ellos mismos se meterán en problemas.

En el afán reformista de este gobierno, esta semana se ha destacado la noticia de la liberación de los vándalos de la denominada primera línea que aterrorizaron varias ciudades del país destacándose la destrucción de bienes públicos y amenaza a la ciudadanía especialmente en Bogotá y en Cali .  Se pregunta uno, desde la orilla del ciudadano común, ¿el talante de este gobierno es el de premiar al bandido? La respuesta es, pareciera que sí.

¿Estos vientos, de desconocimiento del poder judicial son anuncio de una dictadura? El gobierno ya cooptó completamente el Congreso, el poder judicial esta cooptado desde hace tiempo por una ideología antisistema que ha campeado en sus decisiones a todo nivel. Qué nos espera, si no hay justicia?, sorprende sí la mínima reacción de la sociedad frente al proyecto de penas que la JEP prepara para las cínicas Farc que pretenden que la sociedad les salga a deber luego de 60 años de asesinatos, secuestros, robos, violaciones,  en campos y ciudades del país.  Todos estos elementos sumados, son el germen de una inestabilidad jurídica que pasará factura en una tempestad que los mercados ya están previendo con la suspensión de la inversión extranjera, y un parón en las inversiones de las empresas a nivel nacional. Todo esto se sentirá en la economía el año entrante.

La generación de expectativas , es una variable real en la economía , y que en el caso colombiano está siendo golpeada por la inflación , las altas tasas de interés , el constante bombardeo de anuncios inconexos y de grave contenido como son la terminación de la exploración y explotación del petróleo y el gas , la destrucción del sistema de salud,  la aun inescrutable y poco informada reforma pensional , la reforma laboral en manos de un personaje que toda su vida ha sido contraria al desarrollo empresarial , son hechos reales , contundentes , que general un clima de angustia y zozobra como resultado de sembrar malos vientos  que derivaran en tempestades . Ojalá este columnista esté equivocado, pero es prudente decirlo públicamente, si el gobierno no envía señales de buen camino en el manejo económico, si no genera confianza, fracasara en su buen empeño de gestionar un mejoramiento en los temas de pobreza e igualdad.  Sin ingresos, no hay resultados. Así de simple.

La reforma tributaria es un hecho, que ya hemos asumido todos los colombianos. Ahora la clave es proyectar los flujos de fondos teniendo en cuenta las nuevas reglas de juego tributario, y con la resiliencia que ha demostrado el colombiano para superar las más duras situaciones, seguramente se asimilaran y se saldrá adelante con la producción, reducida eso sí, pero ser mantendrá.

Diferente panorama es el de la inversión extranjera que ve con asombro como un minúsculo personaje sale de la nada a pontificar sobre el decremiento económico y a anunciar el fin de la economía minero energética del país ,que es la mayor fuente de ingresos de  la nación, generando las reservas naturales del inversionista quien no ve claro con que seguridad jurídica se puede invertir en sectores que pueden ser destruidos de un plumazo por un ejecutivo que aún no termina de definir cuál  va a ser el futuro real de estos sectores.

También es diferente el panorama que se proyecta con las decisiones como la del presidente que decide liberar a un grupo de bandidos urbanos denominados primera línea, saltándose la separación de poderos y arrogándose funciones del poder judicial, eso manda el mensaje perverso que cualquier norma para cualquier sector puede ser derogada, usurpada, deshecha  , por una decisión presidencial , al mejor estilo de las dictaduras  como las que ha sufrido el vecino Venezuela .

Son muchos los vientos que está sembrando este gobierno …….

05.12.22