POR: LIBARDO MONTEALEGRE MURCIA
BALANCE PRELIMINAR DE LAS ECONOMIAS DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE 2022
La CEPAL ha publicado la semana pasada un balance preliminar del desarrollo de la economía de América Latina y el Caribe en el año 2022.
Tomo prestada la opinión del secretario ejecutivo de la CEPAL que encuentro acertado y concreto en su visión de lo que ha pasado y lo que es de esperar en la economía regional para el 2023:
“En un contexto macroeconómico complejo y de crecientes incertidumbres, los países de América Latina y el Caribe crecerán un 3,7% en 2022, casi la mitad de la tasa del 6,7% registrada en 2021. Se espera que en 2023 se profundice la desaceleración del crecimiento económico y se alcance una tasa del 1,3%, lo que representa menos de un 40% de la cifra registrada en 2022. La desaceleración de la tasa de crecimiento refleja la reducción del efecto rebote observado en 2021, el menor dinamismo de la economía mundial, la mayor incertidumbre de los mercados financieros internacionales, la desaceleración de la demanda agregada en los países de la región y las mayores restricciones en la política macroeconómica.
Esta coyuntura impone desafíos al manejo macroeconómico. En materia fiscal hay que evitar ajustes prematuros del gasto y ampliar el espacio fiscal a través de la reducción de la evasión y elusión, revisión de los gastos tributarios, reformas que aumenten la recaudación y progresividad de la estructura tributaria, y el apoyo multilateral a través de la movilización de la liquidez global. Además, es necesario avanzar en mejoras en la eficiencia y eficacia del gasto público para potenciar la política fiscal. En lo monetario-financiero es importante diversificar la caja de herramientas para enfrentar la coyuntura, y junto con la tasa de política monetaria deben usarse instrumentos macro prudenciales y de regulación que ayuden a manejar la demanda agregada minimizando los efectos sobre el crecimiento y la inversión.
Finalmente, es fundamental dinamizar la inversión y la productividad para atender las demandas sociales, la creación de empleo decente y reducir la informalidad, la desigualdad, la pobreza, y avanzar en la adaptación y mitigación del cambio climático. Para ello son que son necesarias políticas públicas innovadoras en lo productivo, financiero, comercial, social y en la economía del cuidado, para evitar una nueva década perdida como la observada durante el período 2014-2023.”( Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2022 (cepal.org)).
Hay coincidencia en todos los analistas a nivel internacional sobre el sombrío panorama que nos espera en el devenir económico para el 2023. A nivel nacional , vastos sectores de la población y de los gremios económicos estamos manifestando de todas las formas la necesidad de tener claridad en la forma como el gobierno actual pretende imponer su modelo estatista , que seguramente afectara por décadas el ordenamiento económico que hoy conocemos en el país.
No se trata de obstaculizar el enfoque de asistencia social a sectores vulnerables que merecen toda la atención, se trata de establecer que es lo que se quiere reformar y como se quiere reformar , hasta ahora , solo hay anuncios , muchas veces contradictorios dentro del mismo gobierno , sobre todos los temas habidos y por haber . Los funcionarios ávidos de figuración no miden sus palabras ni sus propuestas y lanzan programas y proyectos sin concretar estudios técnicos y mucho menos su financiación. Esperemos que el Plan Nacional de Desarrollo (PND) aterrice tanta barrabasada que se está diciendo y que esta ocultando propuestas que de verdad son innovadoras y de servicio a la nación toda.
Prudencia en el manejo económico es lo que se recomienda, prudencia en el gasto público es lo que se recomienda, prudencia en la prospección de la economía a mediano y largo plazo es lo que se recomienda .
De todos modos, deseo a mis lectores un feliz y próspero año 2023.
26.12.22