Por: José Manuel Herrera Brito
No es para nadie un secreto que vivimos tiempos real y ciertamente complicados, con connotaciones de suyo negativas en las que coinciden múltiples factores adversos, que nos indican que definitivamente no están alineados los astros con nosotros. Hay nubarrones en el horizonte. Basta apenas ver a nuestro alrededor o ver u oír cualquier noticiero para darnos cuenta que no estamos atravesando por buenos momentos y seguimos en oleajes que dificultan una normalización más cierta y segura de la vida sanitaria, social y demás otras actividades, lo que no es excusa ni caballito de batalla para que nuestros gobernantes se escuden en ello y cobarde y cínicamente esconder su inoperancia, a todas luces manifiesta.
Los efectos económicos antecedentes y los agravados por la emergencia no están ni mucho menos superados, pues, por muchos apoyos que puedan disponerse, lo que sin duda ayuda, se necesitará un tiempo para que los resultados sean más perceptibles, especialmente por cuanto se ha transitado sin éxito por políticas y medidas que han sido inoficiosas, lo mismo que han abierto espacio para la corrupción. A todo ello se ha venido sumando desde hace algún tiempo otros serios problemas, entre los que se cuentan los de orden ambiental que exigen de la imprescindible lucha contra el cambio climático, lo que ha trae consigo anomalías diversas que es necesario aliviar, a efecto que no se potencien escaladas alcistas que provocan en caída todos esos desajustes que bien conocemos en la capacidad adquisitiva, costo de vida, previsiones económicas y presupuestarias de empresas y administraciones.
Estamos verdaderamente ante uno de esos momentos en que es especialmente necesario aplicar mirar alto para colocar en su sitio el interés general por encima, pero bien encima de todo interés particular, siempre mezquino. Lo que no quiere decir que se deje, por parte de la ciudadanía de estudiar, analizar, criticar, reivindicar, exigir y hasta protestar respecto de lo que sucediendo está, en la procura de correcciones y realizaciones posibles más convenientes en beneficio colectivo, en lo que ayudarán, así de simple y sencillo, compromisos, acuerdos, diálogos, debates, responsabilidades, corresponsabilidades y la disposición a alcanzar acuerdos para que queden en primer plano, camino a salir avante en la neurálgica situación que soportando estamos y necesario es rebasar.
Precisamos en estos momentos, en estos tiempos de dificultad, de una ciudadanía dispuesta a colaborar en todo cuanto sea menester para permitirnos desde nuestros singulares esfuerzos y aportes salir avante. Entender que tenemos que ayudar al logro de consolidaciones de importancia, so pena de sucumbir y hacernos inviables como territorio. saramara7@gmail.com